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Honduras arde; se disparan enfermedades respiratorias

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Tegucigalpa – La panorámica de la Tegucigalpa de hoy es la de una ciudad industrializada, sin regulación de máquinas o fábricas, con altos niveles de contaminación. Una densa capa de humo cubre por completo los otrora verdes cerros que han servido de inspiración a poetas, escritores y académicos. La ciudad está poco más que gris. El agua es escasa.
 

– La densa capa de humo y bruma que cubre Tegucigalpa, ha obligada a las autoridades de Aeronáutica Civil a ordenar los cierres matutinos del aeropuerto internacional Toncontín de la capital debido a la escasa visibilidad.

El mítico cerro El Picacho, donde se erige el Cristo del mismo nombre, no se distingue ni a media cuadra de distancia, tampoco se visualiza el popular cerro Juana Laínez y otros sitios que nos indican que estamos en la capital de Honduras.

El humo es producto de los incendios forestales y las altas temperaturas que soporta el país por la estación seca, que inició el pasado febrero.

Las actuales condiciones ambientales han disparado la incidencia de las enfermedades respiratorias, especialmente en la población menor y en el adulto mayor.

Pulmones importantes de la ciudad como La Tigra han sido víctimas de prolongados incendios forestales. El Hatillo también ha sufrido los embates de las costumbres pirómanas de los capitalinos.
En 2010 los incendios forestales consumieron 37 mil 047 hectáreas de bosque; en 2011, 90 mil 586 hectáreas; en 2012, 24 mil 461 hectáreas; y en 2013, 58 mil 239 hectáreas.

De acuerdo con estadísticas oficiales, entre enero y el 16 de abril se registraron 250 incendios forestales que destruyeron un total de 21 mil 413 hectáreas de bosques.

El departamento de Gracias a Dios es el que más bosques ha perdido, con 16 mil 649 hectáreas arrasadas por 30 incendios, mientras que el departamento central de Francisco Morazán es el que más fuegos ha registrado, con 60 siniestros, que han destruido unas 1 mil 994 hectáreas de bosque.

Aumentan enfermedades respiratorias

La neumóloga del Hospital Escuela, Suyapa Figueroa, informó que en un 15 por ciento aumentaron las enfermedades respiratorias debido a la capa de humo que impera a nivel nacional, sobre todo en Tegucigalpa.

“También tenemos una gran cantidad de contaminantes a nivel de la ciudad, debido a la gran cantidad del parque vehicular y no tenemos un control, ni regularización en ese sentido”, lamentó la neumóloga.

Figueroa indicó que enfermedades como la conjuntivitis, bronquitis y asma, son los casos que más se presentan en las salas de emergencia del Hospital Escuela Universitario en esta época.

“Además estamos atendiendo un gran número de pacientes que nos llegan al emergencia con crisis asmática o exacerbación de bronquitis crónica”, agregó.

Enfatizó que la contaminación ambiental tendrá un efecto negativo en la salud de las personas en unos diez años y que hay que tomar medidas, como una correcta hidratación y mayor consumo de frutas y vegetales.

Costumbres pirómanas

El relacionista público del Cuerpo de Bomberos, Óscar Triminio, dijo que los hondureños manifiestan una actitud pirómana que queda demostrada con la cantidad de incendios forestales, así como con el último suceso en el que presuntamente prendieron fuego a la alcaldía de San Luis, Comayagua.

“Somos incendiarios por tradición, sino hay que ver lo que pasó en la Alcaldía de San Luis, todo lo queremos arreglar con fuego. Se trata, desafortunadamente, de una cultura; También puedo mencionar el uso de la pólvora, entre otras costumbres”, aseveró.

El portavoz bomberil recordó que el país está influenciado por un “Año Niño” que se caracteriza por corrientes de temperaturas altas, así como el alargamiento de la temporada seca. “Todos estos factores influyen en la cantidad de incendios que se registran en todo el territorio”, afirmó.

“El problema de los incendios es que avanzan, es decir que habían muchas zonas que antes eran bosques y ahora no lo son, eso facilita que el fuego llegue a lugares que no se quemaban antes”, explicó.

Triminio ejemplificó el caso del incendio en El Trigo ubicado en la zona de amortiguamiento de La Tigra, “nuestra experiencia nos dice que ese lugar tenía entre seis y ocho años que no se quemaba por la cantidad de colchón que había de vegetación, eso nos indica cuanto tiempo tiene un bosque de no incendiarse, así como el avance del fuego hacia áreas donde no se quemaban”, manifestó.

Recordó que el año anterior registraron más de 400 incendios, mientras en la actualidad la cifra asciende a los 300; “pero no hay que medir sólo la cantidad de incendios, sino más bien las áreas quemadas. No es lo mismo controlar un incendio en las primeras tres horas que hacerlo en 72 horas, todo eso es lo que evaluamos al final de la temporada”, detalló.

Mientras el subcomisionado de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), Carlos Cordero, calificó la situación ambiental como preocupante, al tiempo que agregó que la densa capa de humo que cubre a Tegucigalpa no sólo es aporte de los incendios de la zona, sino también de los países del área.

Dijo que los incendios en zacateras han contribuido decididamente en el incremento de humo en la ciudad capital, aunque refirió que otros siniestros ambientales en departamentos como Gracias a Dios son difíciles de controlar.

Sendos incendios consumen más de 20 viviendas

Al par, dos pavorosos incendios ocurridos en Tegucigalpa y San Pedro Sula, respectivamente en las últimas horas, consumieron más de una veintena de viviendas.

Sólo en la colonia Luis García Bustamante de San Pedro Sula, las llamas consumieron 22 humildes viviendas que dejaron alrededor de 30 familias en la calle.

Los afectados no podían creer lo que pasó en lo que hasta hace unas horas era su hogar. El alcalde sampedrano, Armando Calidonio, ofreció ayuda a los ahora damnificados, quienes esperan que no sea más de lo mismo que se suscita cuando se presentan este tipo de tragedias.

Asimismo, en la colonia Mileniun Sur de Comayagüela, otro incendio consumió cinco viviendas. Aún no se conocen las causas que originaron el siniestro aunque las altas temperaturas contribuyen a la proliferación de estos sucesos tanto en la periferia como en la zona urbana, según reportes del Cuerpo de Bomberos.

En tanto, en las últimas horas un incendio de grandes proporciones ha consumido hasta el momento unas 100 hectáreas de bosque joven en la zona de El Hatillo, capital hondureña.

El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), Roberto Herrera, advirtió que se prevé decretar una emergencia ante el incremento de los incendios forestales.

Agregó que la quema del bosque ocasiona graves daños a la salud de las personas e incalculables pérdidas en la economía nacional, por lo que hizo un enérgico llamado a la población para que denuncie a quienes se dedican a esa ilícita actividad.

La sed

Por su parte, las autoridades del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA), aseguran que las constantes quemas en los bosques afectan las cuencas que abastecen de agua a los capitalinos y habitantes de otros sectores del país.

La densa capa de humo y bruma que cubre Tegucigalpa, ha obligada a las autoridades de Aeronáutica Civil a ordenar el cierre temporal por las mañanas del aeropuerto internacional Toncontín de la capital debido a la escasa visibilidad.

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