«Espero que en Washington quede claro que una Centroamérica en paz, en prosperidad, con oportunidades, es de un enorme beneficio para EEUU y no va a representar un costo. Al igual que con el delito, la regla lo indica: es mejor prevenir que lamentar», reiteró Hernández.
En este sentido, Hernández reivindicó la «corresponsabilidad» tanto de los países de tránsito, de origen y de destino para abordar esta crisis, pero subrayó la necesidad de atajar el problema de raíz.
Hernández alertó de los altos índices de criminalidad de los países del norte de Centroamérica que, según dijo, «tiene varias caras»; la del narcotráfico, la de los «coyotes» o traficantes de personas, la del tráfico de armas y la del tráfico de divisas por la ruta de la droga.
El presidente hondureño subrayó que a este respecto, «el monstruo» de la criminalidad tiene un pie muy afianzado en Centroamérica y en México, pero el otro lo tiene en Estados Unidos.
«La responsabilidad es compartida aunque sea diferenciada. (…) Si no se reconoce y se entiende esa corresponsabilidad se comete una gran injusticia con nuestros pueblos y con la humanidad», aseveró.
Hernández, junto al presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina y su homólogo salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, fueron recibidos hoy por el Consejo Permanente de la OEA, tras varias reuniones con legisladores republicanos y demócratas dedicadas a abordar la crisis migratoria.
Está previsto que mañana sean recibidos por el presidente Barack Obama y el vicepresidente Joe Biden con el objetivo de avanzar en una solución integral y multilateral a la llegada de niños inmigrantes no acompañados que se ha multiplicado en los últimos meses en la frontera de Estados Unidos y México.