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Hermès o la cita con el lujo discreto en la pasarela femenina de París

París – El lujo nada ostentoso volvió a desfilar este sábado en la Semana de la Moda de París de la mano de Hermès, con envolventes abrigos, algunos de ellos reversibles, chaquetas y shorts de cuero que fueron los protagonistas de su colección para el otoño-invierno 2025/26.

El desfile, que tuvo lugar como es costumbre en la sede de la Garde Républicaine (Guardia Republicana), fue además un alegato a materiales menos nobles que la piel, como el fieltro, solo o combinado con ésta, acompañados de cashmere, piel de cabra y cordero, así como el tejido vaquero, entre otros.

Prendas obra de Nadège Vanhee-Cybulski, directora creativa de las colecciones femeninas de Hermès desde 2014, que transmiten un mensaje, el de que han nacido para acompañar a la mujer durante mucho tiempo.

Porque no pasan de moda, porque lo bien hecho no conoce de fecha de caducidad y el auténtico lujo está en los detalles, y por tanto es discreto.

Chaquetas de aire militar, ecuestre o bomber, jerséis de cuello alto de seda y cashmere, abrigos de piel de cabra granulada, así como propuestas reversibles; pantalones pitillo y abundantes shorts de cuero, desfilaron en la capital francesa.

Una colección que incluye prendas transformables, como por ejemplo el abrigo que se desabrocha para convertirse en una manta.

Siluetas cálidas, pegadas muchas de ellas al cuerpo, como si estuvieran hechas por un sastre, a la medida, con gran precisión y minuciosidad, dejando en evidencia un gran dominio de la estructura.

Colores que se muestran de lo más otoñales, como verdes, marrones, negros, grises y blanco, y en los que se llegan a apreciar, en menor medida, estampados jaspeados y pintados a mano.

Como era de esperar, en el plano de bolsos no faltó un rosario de ‘birkins’, alguno de ellos combinando cuero y fieltro, la pareja estrella del desfile; Bolide, también muy presente, y Picotin.

Barbara Bui, por su parte, mostró su colección para el próximo otoño-invierno, aunque en lugar de un desfile lo hizo por una presentación en su ‘show-room’ parisino, con un despliegue de prendas que, al igual que Hermès, parecen tener como base la alta sastrería.

El negro prima en una paleta en la que también hay espacio para el azul marino y para tejidos inspirados en el denim. Igualmente para el terciopelo, presente desde hace tiempo en los trajes sastre de la marca, junto al esmoquin blanco, otro clásico.

Ausencia de calzado en la presentación de Barbara Bui, y en su lugar gran presencia de bolsos, como el modelo Chamallow, declinado en diferentes tallas, así como la reedición de un exitoso bolso de la casa, de principios de los años 2000. EFE

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