Durante la inspección del vehículo, los 219 inmigrantes que estaban hacinados, «solicitaron el auxilio de las corporaciones por lo que fueron rescatados y llevados a las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado, donde recibieron atención médica, psicológica, alimenticia y asesoría jurídica», señaló el Gobierno de Chiapas en un comunicado.
Del total de inmigrantes 169 son originarios de Guatemala, 22 de El Salvador, 18 de Honduras, 6 de Sri Lanka y 4 de Nepal. De ellos, 177 son hombres, 33 mujeres y nueve menores de edad, según un comunicado emitido por el Instituto de Comunicación Social del estado.
El hallazgo ocurrió a las 04.00 hora local (10.00 GMT) de ayer cuando un camión marca Kenworth pasó por el punto de control y sus responsables se percataron de que iban personas en el compartimento de carga.
El conductor del vehículo, que debía haberse detenido, no respetó el alto por lo que comenzó una persecución que derivó en su captura «en la vía Chiapa de Corzo-Tuxtla Gutiérrez».
En ese punto, señaló el Gobierno de Chiapas, «fueron detenidos Abraham Francisco Rosales Jiménez y David Gonzales Serrano, como probables responsables del delito de Violación a la Ley General de Población», la que se aplica en los casos de tráfico de personas.
El apoyo fue brindado a los inmigrantes por las Fiscalías Especializadas en Atención a Delitos Cometidos en Contra de Inmigrantes, y de Derechos Humanos, Atención a Víctimas y Servicios a la Comunidad del estado.
Durante sus declaraciones, algunos inmigrantes «manifestaron haber sido amenazados para no revelar que viajaban en el tráiler a cambio del pago de al menos 58.000 quetzales (unos 7.355 dólares), y así evitar la detención de los traficantes de humanos», detalló el comunicado.
Los conductores, Rosales Jiménez, de 28 años, y Gonzales Serrano, de 18 años, quienes iban a bordo del camión, con reporte de robo en Pachuca, estado de Hidalgo, ofrecieron dinero a los miembros de la Policía para continuar su recorrido» pero «fueron aprehendidos y puestos a disposición de las autoridades», indicó la nota.
Las autoridades mexicanas estiman que unos 300.000 indocumentados, en su mayoría centroamericanos, cruzan cada año el territorio de este país para tratar de entrar sin sus papeles en regla a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida.
