Tegucigalpa- Las respuestas concretas al grave daño ambiental que sufre el atlántico hondureño, producto de la basura altamente contaminante que llega de Guatemala, podrían llegar hasta el 2019, se colige de conversaciones de alto nivel para poner coto a un daño irreversible a la vida costera en todas sus formas.
Los deshechos que arrastra el río Motagua y que varan en las playas del atlántico hondureño desde Omoa, hasta Islas de la Bahía, causa daños fatales al ecosistema y a la vida de la región.
Basta con acercarse a las playas de Omoa o de cualquier otra comunidad de la zona para encontrar jeringas, medicamentos desechados, compuestos químicos, envases plásticos y un sinfín de basura altamente contaminante.
Mientras Guatemala reitera una y otra vez que controlará la situación, Honduras no deja hacer manifestaciones y reclamos que contempla una demanda internacional ante la falta de respuestas concretas y efectivas, han revelado a Proceso Digital altas fuentes oficiales.
La basura tiene un impacto ambiental estruendoso en el Mar Caribe de Honduras, ya que pone bajo amenaza el arrecife coralino, el segundo más importante del planeta; las playas, perjudica el turismo y, especialmente, pone en riesgo a la población ante el desecho de medicamentos.
Las playas del Mar Caribe (desde Omoa, Puerto Cortés, Tela, La Ceiba, Colón y Gracias a Dios en la parte continental del país y en las Islas de la Bahía), se ha convertido en un vertedero de bolsas de plástico, botellas de vidrio, botes sanitarios y productos químicos fabricados en Guatemala.
La voz de los alcaldes
El alcalde de Omoa, Ricardo Alvarado, manifestó a Proceso Digital que la preocupación es permanente porque la situación no tiende a mejorar ya que la basura inunda alrededor de 45 kilómetros de playa.
Los desperdicios tóxicos y la basura dañan particularmente la pesca en esa zona. La contaminación mata el producto marino refieren los pobladores.
En Omoa, la pesca es una actividad que involucra a por lo menos un millar, de los ocho mil habitantes. Durante la temporada baja en el turismo, son más los que se suman a las faenas en el mar.
Además de los pescadores que residen aquí, de municipios aledaños, como Choloma y San Pedro Sula, llegan otras personas a pescar. También, turistas nacionales contratan propietarios locales de lanchas para practicar esta actividad.
“Hemos realizado tantas gestiones; este es un problema binacional entre Honduras y Guatemala, por lo tanto debe ser solucionado al más alto nivel entre los dos gobiernos a través de las secretarías de Relaciones Exteriores como se suscitó en la última reunión sostenida”, refirió el edil, evocando la última de una serie de reuniones para lograr entendimientos.
Denunció que el caudal del río Motagua, que cruza por la comunidad, también lo hace en 11 municipios guatemaltecos y es el afluente por donde se transporta la basura, que luego va a terminar a la orilla de las playas hondureñas.
El alcalde Alvarado detalló que el municipio consta con un botadero en donde se está llevando la basura que provine de Guatemala.
Asimismo, aseguró que las autoridades de Mi Ambiente ya tienen un presupuesto para ejecutar un relleno sanitario en la zona.
Basura una amenaza ambiental
El titular de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), Lisandro Rosales, detalló a Proceso Digital que “para nosotros representa una amenaza porque viene mucho desperdicio de basura médica y doméstica, la mayor cantidad son desechos médicos, por lo que hay una gran preocupación, pues vemos en la etiqueta de los desechos: Hecho en Guatemala; llegan los frascos llenos de medicamentos y otros vacíos, por lo que esto puede generar una contaminación”, lamentó.
El ministro Rosales insistió en que el establecimiento de un diálogo binacional, retomado recientemente por las Cancillerías de ambos países, es un espacio esperanzador, pero insistió en la urgencia de una solución expedita ante el desastre ecológico que los desperdicios están causando.
Tanto la oficina hondureña de Medio Ambiente, como Copeco, han solicitado a Guatemala respuestas pragmáticas y control, especialmente en torno a los lugares donde se originan los deshechos.
“Estamos esperando la resolución de Cancillería, sabemos que ha elevado la protesta a nivel del Sistema de Integración Centroamericano, a través del mecanismo de medio ambiente, para que ellos también tomen parte de este caso y poder detener este flujo de basura”, reveló Rosales.
Apoyo a alcaldes
El titular de Copeco detalló que como institución se ha apoyado a las alcaldías de Omoa y Puerto Cortés, prestando equipo para remover la basura y dispensar la misma en un lugar seguro “porque no sabemos científicamente qué es lo que tiene”, argumentó.
Aseguró que el recorrido viene de las comunidades aledañas al río Motagua, de diferentes partes. En Honduras, una oficina monitorea el movimiento de los desperdicios que inicialmente llegan a Omoa, Cuyamel y Puerto Cortés, pero como el mar siempre bota la basura, la corriente la está llevando hacia Islas de Bahía, explicó.
Recomendaciones
Entre las recomendaciones que realiza Copeco es que la población no toque la basura ya que no se sabe que componentes químicos trae consigo.
Asimismo, denunciar de forma inmediata las autoridades municipales para que la misma, una vez que llegue a la playa, sea limpiada y trasladada a los lugares donde ya se ha estipulado.
Labores de limpieza para no afectar el turismo
De su parte, el alcalde de Útila, Troy Bodden, dijo a Proceso Digital que ellos buscan la protección para la población y para los turistas, igualmente refirió la afectación a la economía de Islas de la Bahía. El edil está en favor de que la situación pueda solventarse, sin necesidad de llevar al tema a instancias internacionales.
El alcalde Bodden dice que llevar el tema a instancias externas hará pensar a los turistas sobre playas bañadas por basura, un hecho que a su juicio afecta el turismo.
“Es por eso que hacemos la limpieza si se quiere diaria y que la Cancillería haga lo suyo”, arguyó el jefe municipal de Útila.
Continuó expresando que “estamos realizando una limpieza constante cuando llega a la playa para dar una mejor cara a los extranjeros”, reiteró.
Todos los alcaldes costeros nos reunimos para tomar medidas y tratar de ver como solventar esta problemática de una forma conjunta con las autoridades de Guatemala, aseguró.
Reiteró que la mayoría de basura que llega es plástica y eso cuesta 500 años para degradarse, entonces por eso se manda inmediatamente es un equipo de limpieza.
Indicó que se han adoptado en Islas de la Bahía no usar bolsas plásticas, ni platos, vasos, y pajillas, sino que se ha cambiado a cartón, como una forma de prevención y ayudar al ecosistema.
“El plástico lo estamos reciclando y en los últimos días se ha mandado dos mil libras a La Ceiba para que se le de otro tipo de trato”, apuntó.
Proyecto de Gestión Ambiental
Producto de la problemática que se vive en Omoa, por los residuos, que arrastran las corrientes del río Motagua, y que se agudiza en época lluviosa, la Secretaria de Energía, Recursos Naturales, Ambiente y Minas (MIAMBIENTE) de Honduras, ha venido realizando una serie de coordinaciones y gestiones, según revela un informe de la institución.
El documento indica que producto de esas coordinaciones el Fondo Global para el Medio Ambiente (Global Enviroment Facility, GEF) ha dado su aprobación a la idea de proyecto presentado por Honduras y Guatemala denominado Gestión Ambiental Integral de la Cuenca del Río Motagua.
El mismo tendrá diferentes fases, que van desde el levantamiento de la línea base, que identifique los puntos críticos de contaminación en la cuenca del Río Motagua, hasta el desarrollo de iniciativas innovadoras que permitan la remediación de estos puntos de contaminación, así como evitar el arrastre de residuos por las corrientes del río. El monto del proyecto asciende a cinco millones 329 mil 452 de dólares, detalla.
Residuos sólidos municipales
Por otro lado, MIAMBIENTE está coordinando el desarrollo del proyecto gestión integral de residuos sólidos en el Municipio de Omoa, a través del financiamiento del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y con la ejecución del CNP+LH, proyecto que nace de la problemática que vive el municipio y la falta de planificación e infraestructura adecuada para el tratamiento y disposición final de los residuos sólidos generados por el mismo.
Con los resultados del diagnóstico se prevé elaborar un plan de acción sobre la gestión de residuos sólidos, como parte de la solución a la problemática que tiene Omoa y es complementario a las acciones que desarrollará el Proyecto de Gestión Ambiental integral de la cuenca del río Motagua.
¿Solución compartida o más de lo mismo?
Los gobiernos de Honduras y Guatemala, a través de sus cancilleres, acordaron mantener cooperación y diálogo permanentes para erradicar el daño ambiental que están provocando los desechos que arrastra el río Motagua desde el país vecino.
La canciller hondureña por ley, María Dolores Agüero, y el canciller de Guatemala, Carlos Morales, realizaron una inspección en la zona afectada y luego celebraron una reunión con autoridades y dirigentes del sector.
Ambos funcionarios se trasladaron a la desembocadura del río Motagua, limítrofe entre los dos países, y a través del cual en los últimos cinco años se ha agudizado el traslado de basura de Guatemala hacia Honduras y que ha puesto en peligro la vida marítima de las aguas nacionales.
Los cancilleres detectaron que más de 15 municipios guatemaltecos no están tratando los desperdicios de forma adecuada, por lo que afectan de forma directa la bahía de Omoa.
Respuestas concretas en 2019
La canciller Agüero dijo que “sabemos del enorme impacto que se tiene para la calidad de vida de los habitantes, para el turismo y también el daño que causa al medio ambiente” la llegada de estos desechos a Omoa.
“Hemos estado dialogando con autoridades de ambiente de Guatemala y han expresado el compromiso que están asumiendo a mediano y largo plazo”, confió.
Indicó que ambas cancillerías asumen el compromiso de continuar en este diálogo.
Además -prosiguió- vamos a velar porque las acciones que han asumido los ministerios de Ambiente se cumplan y que los municipios de Guatemala que arrojan basura al río Motagua puedan buscar una solución a la problemática.
“Guatemala ha asumido una serie de compromisos, ya que esto es un problema que se tiene que abordar de forma integral”, dijo.
Agüero expresó que este problema “pasa por una campaña educativa haciendo conciencia en los habitantes y en los alcaldes de los municipios que están en la ribera del río Motagua.
Detalló que el problema se puede enfrentar con la construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales, las cuales ya fueron aprobadas mediante un decreto en el Congreso de Guatemala que obliga a las alcaldías a cumplir con esto en el año 2019.
También -continuó diciendo- la solución del problema se logrará con un compromiso de parte de los alcaldes de cuidar los caudales bajo su jurisdicción.
Luego de realizar la inspección, Agüero añadió que “el daño es indescriptible y para ver la magnitud del problema era necesario estar presente y hacer este recorrido de manera personal”.
“Vamos a tener una serie de reuniones periódicas para darle seguimiento al problema”, finalizó.
Abordaje integral pero, ¿cuándo?
El canciller de Guatemala, Carlos Raúl Morales, dijo que el problema ambiental se tiene que tratar de forma integral y de manera cooperativa.
“Lo que yo he expresado es que no es peleando que vamos a solventar; si nos peleamos se va a agravar”, acotó.
Indicó que las acciones para solventar el problema de corto, mediano y largo plazo involucran una serie de cosas.
“Guatemala y Honduras somos pueblos hermanos, estamos conscientes del daño que está provocando este problema, pero tenemos que ser inteligentes para solventarlos”, puntualizó.
Mientras las conversaciones y los estudios siguen su curso, las aguas del atlántico hondureño continúan contaminándose, la fauna marina se extermina, el turismo de desalienta y los habitantes sufren de la degradación provocada por desperdicios tóxicos cada vez más dañino.
