Conforme otro año se aproxima a su fin, en el eterno transcurrir de los tiempos, es un buen momento para recordar y sentirse agradecido por haberlo vivido.
Algunos darán gracias al dios de su preferencia, otros simplemente daremos gracias a la vida, no importando su origen o fin.
Sin guardar ningún orden o prioridad en los temas, personalmente me siento agradecido por todas las cosas que he vivido, grandes y pequeñas, algunas tan frecuentes que a veces las damos por descontado, quizá sin detenernos a disfrutar su maravilloso esplendor.
Gracias por los amaneceres brillantes pues cada uno trae nuevo día, lleno de experiencias y sabores.
Gracias también por los atardeceres, todos ellos, pero especialmente por el color de que a veces se tiñen las nubes… un anaranjado violento y romántico, con el último adios del sol.
Gracias por la lluvia y el delicioso olor a tierra mojada que trae con ella. Es la vida que cae de las nubes en forma de gotas de agua y que sólo valoramos cuando nos falta.
Tengo que dar gracias por los pequeños grandes cambios que se están dando en Honduras; parece que finalmente vamos por un buen camino en la construcción de un país respetuoso de las leyes y el orden.
Nunca antes estuve tan optimista por el futuro de Honduras, como al sentir que la ley empieza a alcanzar a ricos y famosos, no sólo a pequeños y anónimos; es la forma de construir un mejor país.
Gracias por las sonrisas de todos mis seres queridos, siempre llenas de amor y apoyo; inclusive cuando se trata de algunas de esas locuras que de vez en cuando no puedo evitar cometer.
Estoy agradecido por la salud que me ha acompañado este año y a lo largo de toda la vida, espero que sea para siempre. Pero, si no fuera así (que es lo más seguro conforme transcurre el tiempo) de todas maneras gracias, me ha ido muy bien hasta ahora.
Gracias a la vida por haberme permitido adentrarme tanto y tener la oportunidad de empaparme de ella.Gracias por todos los avances que la ciencia y la tecnología han puesto al alcance del ser humano, he tomado mi parte y la disfruto a fondo.
Debo confesar que siempre esperé que este fuera el año en que los científicos comprobarían la existencia de vida extraterrestre. Porqué 2015? Ninguna razón en especial, simplemente lo creí. Con los pocos días que restan no lo creo ya posible pero, con la evidencia encontrada hasta el momento, la cantidad casi infinita de planetas y otros descubrimientos, no tengo duda que pronto lo comprobaremos. Será un día de fiesta para mi y memorable para la humanidad.
En cierta forma también doy gracias por los reveses que en diferentes áreas pude haber tenido este año, creo que también debo estar agradecido por los fracasos, son enseñanzas que sin duda ayudan a apreciar más los éxitos.
Gracias por los amigos, aquellos que todo el tiempo han estado conmigo en la buena y, especialmente en la mala. Sé que por siempre podré contar con ellos, son mis amigos.
Y, sobre todo, doy gracias a la vida por permitirme disfrutar de ella, prometo jamás desperdiciar ni un día, ni un minuto, ni siquiera un segundo haciendo cosas idiotas o echándolo a perder con pensamientos negativos o reproches estúpidos.
Tengo lo que la vida me ha dado; gracias por ello.