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«GOOD-BYE»… señor expresidente Trump, ni lo piense en volver a la Casa Blanca

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Análisis de Alberto Garcia Marrder- Especial para “Proceso Digital”

Hasta esta semana pasada, Donald Trump tenía grandes posibilidades de regresar como presidente a la Casa Blanca en el 2024.

Aunque no había anunciado oficialmente que se iba a presentar como candidato presidencial por el Partido Republicano, todo indicaba que esa eran sus intenciones. Además, el presidente Joe Biden y el partido Demócrata están en capa caída con una inflación por los cielos y una futura recesión.

Y los republicanos podrían recuperar la mayoría en el Senado y la Cámara de los Representantes.

Está casi de moda decir que Estados Unidos está entrando en una etapa de “decadencia”. Y eso duele.

Pero han sucedido dos eventos inesperados en Estados Unidos que han cambiado por completo esos presagios:

1-En las sesiones de un comité parlamentario del Congreso que investiga el asalto al Congreso del 6 de enero de 2021, una ex asesora de la Casa Blanca, Cassidy Hutchinson, ha ofrecido un testimonio demoledor de lo que hizo Trump ese día y que podría dar pie a un enjuiciamiento (uno más) contra el ex presidente. Y deja su escaso prestigio por los suelos.

Cassidy Hutchinson, ex asesora de la Casa Blanca durante la presidencia de Donald Trump ofrece en el congreso un demoledor testimonio contra el ex mandatario republicano. (Foto Jabin Butsford-The Washington Post).

2- La mayoría conservadora del Tribunal Supremo (con tres jueces nombrados por Trump) decidió por una votación de 6-3 invalidar el aborto y dejarlo en manos de los estados. Esta decisión anula una ley de 1973 y es visto como un derecho menos para las mujeres. Se espera que buena parte de las mujeres de clase media urbana tomen represalias y en las próximas elecciones de “mid-terms” del Congreso este año voten en contra de los republicanos. O en las presidenciales del 2024 contra Trump, si se presenta.

Protestas frente al Tribunal Supremo en Washington por su controvertida decision sobre el aborto.(Foto Tyrone Turner-NPR).

Como periodista, yo seguí en Washington en 1972 las investigaciones del Congreso sobre el caso “Watergate” que precipitó, eventualmente, la renuncia del presidente Richard Nixon en 1974. Pues bien, pienso que lo de ahora, el ya llamado “Trumpgate”, es aún más grave y el día que estalle toda la verdad, Washington va arder como Troya.

Eso a pesar del silencio cómplice de los congresistas y senadores republicanos que aun temen el temperamento furioso de Trump, que sigue insistiendo que le robaron las elecciones presidenciales del 2020 y que Biden es un falso vencedor. Y lo peor, más de un 60 por ciento del electorado republicano piensa lo mismo.

Falta también en estos momentos, un par de periodistas como Bob Woodward y Carl Bernstein que destaparon en el diario “The Washington Post” el escándalo del “Watergate” y que tengan como estos lo tuvieron, un ”Deep Throat” (“Garganta Profunda”) que les cuente  en secreto todo lo ocurrido con Trump en la Casa Blanca. (En ese entonces, fue un alto directivo de la Agencia Federal de Investigación, FBI).

Por ahora, lo más parecido a un “Deep Throat” y en forma pública por televisión ha sido Hutchinson, una ex asesora de Mark Meadows, el ex Jefe del Gabinete durante la presidencia de Trump y que estuvo presente en la Oficina Oval de la Casa Blanca en ese fatídico día 6 de enero del año pasado,  cuando una turba de simpatizantes de Trump (algunos armados) asaltaron el Congreso para invalidar el triunfo electoral de Biden.

Mi colega Pablo Pardo, corresponsal en Washington del diario español “El Mundo” de Madrid, titula así una reciente crónica sobre ese tema: “Asalto al Capitolio: ¿Algarada callejera o intento de golpe de Estado?

Y yo le contesto a su dilema: INTENTO DE GOLPE DE ESTADO, aunque a lo bruto.

Simpatizantes del presidente Donald Trump, y bajo su apoyo moral,  asaltaron el congreso en Washington el 6 de enero de 2021, en un intento para impedir la confirmación de la victoria presidencial de Joe Biden. (Foto Jim Lo Scalzo-EPA-EFE).

Pardo añade y estoy de acuerdo en esa interpretación: “El testimonio de una ex asesora de la Casa Blanca es tremendamente  destructivo para Trump, porque es la primera vez en la que el ex presidente aparece como cooperante activo y consciente en el asalto al Congreso”.

La caricatura muestra los momentos difíciles que está pasando Trumo por las investigaciones del congreso.(Anne Telnaes-The Washington Post).

¿Qué es lo tan destructivo para Trump que ha declarado la ex asesora de la Casa Blanca?

1-   Trump y su Jefe de Gabinete, Mark Meadows, sabían que iba a haber violencia en el asalto al Congreso.

2-   Los asesores de Trump sabían que estarían expuestos a cargos criminales.

3-   Trump se puso furioso cuando le dijeron que no podían llevarlo al Congreso para encabezar la manifestación contra la proclamación de Biden como nuevo presidente. “I am the fucking president and I want to go the Capitol” (“Soy el jodido presidente y quiero ir al Capitolio”), dijo encolerizado Trump, según Hutchinson, cuando trataba de apoderarse del volante del auto presidencial y hacer a un lado a un agente del Servicio Secreto.

4-   Meadows y otros altos jefes republicanos de la Casa Blanca y el Congreso pidieron que les concedieran perdones por el asalto al Congreso. Y eso es un claro indicio de sentimiento de culpabilidad.

5-   Hubo una actitud generalizada de un “silencio cobarde” entre los altos ejecutivos de la Casa Blanca y los congresistas republicanos sobre lo ocurrido ese día.

¿Cuál ha sido la reacción de Trump al testimonio de Hutchison? Muy típico de él: ´“Todo “fake” (“falso”), no sé quién es ella”.

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