“Nuestra misión es habilitar lo más rápido posible esta base (de Palmerola) y eso es lo que estamos haciendo”, dijo el alto jerarca militar a un grupo de periodistas que acompañó al presidente de la República, Manuel Zelaya, a una inspección de los trabajos en el lugar.
“Hay mucho trabajo como ustedes lo pueden observar, mucha gente empeñada y Dios quiera vamos a terminar rápidamente, en los plazos que son establecidos, es lógico, esto también dependerá de la buena disposición de la concesionaria para elaborar los trabajos que a ellos les competen”, declaró.
Dijo que hay oficiales de las Fuerzas Armadas responsables de cada área de trabajo con el propósito de que se cumpla con esta tarea y ayudar a agilizar algunos trámites. En todo estamos trabajando, no estamos descuidando ninguno de los puntos para cumplir con esta misión que nos han dado”.
El militar contó que Hondutel ya ha instalado unas 300 líneas telefónicas en el lugar, y que el SANAA comenzó hoy a perforar pozos para aumentar la capacidad de agua del sitio.
“Se está trabajando también en la torre de control para la instalación de los equipos, en a señalización de luces en un área cerca de la pista, en fin, hay un trabajo arduo en este momento, todo mundo está comprometido”, relató.
“Es una tarea ardua, difícil, complicada porque tenía algunos cuellos de botella que había que resolver, pero para eso estamos nosotros para resolver los problemas, no hay problema que no se pueda solucionar siempre y cuando tengamos una actitud completamente positiva”, apuntó.
Zelaya visitó la base militar un día después de que en una reunión con miembros de la Comisión de Defensa de Tegucigalpa, en la que se acordó que la posible reapertura del aeropuerto de Toncontín a vuelos internacionales de más de 42 pasajeros dependerá de un informe que en un plazo máximo de ocho días deberá presentar la Organización de Aeronáutica Civil Internacional (OACI) sobre las condiciones de operatividad de la terminal aérea.
La Comisión de defensa de Tegucigalpa la integran representantes de diversos sectores sociales y miembros de la Corporación Municipal de Tegucigalpa que se oponen al cierre de Toncontín, ordenado por el presidente Zelaya horas después de un accidente de la aerolínea TACA, que dejó un saldo de cinco muertos.