Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – El presupuesto militar fue ampliado en 808.5 millones de lempiras y la mayor parte fue destinado a la Fuerza Aérea para la adquisición de equipo castrense, mientras el presupuesto de compra de medicamentos fue recortado en 555.5 millones de lempiras, de acuerdo a un reporte de la Secretaría de Finanzas.
– Los militares tendrán un alza de 808 millones de lempiras, mientras salud rebaja para compra de medicamentos 555.5 millones de lempiras.
La paradoja del gobierno socialista de incrementar el gasto para comprar equipo militar y reducir la adquisición de medicamentos ocurre a casi siete meses de que concluya el mandato la presidenta Xiomara Castro, quien en campaña electoral prometió centrarse en mejorar la salud pública para los hondureños, la mayoría en condición de pobreza.
En el documento de la Secretaría de Finanzas EGA-OpenData-ejecución Presupuestaria Egresos_Resumen se puede observar la contradicción del gobierno de una nación pobre que aumenta el presupuesto para las Fuerzas Armadas y con ello el gasto militar, mientras simultáneamente reduce la compra de medicamentos para la red hospitalaria pública, la cual atiende a más del 60 % de la población que vive en condiciones de pobreza.
Los datos corresponden al presupuesto del 2025 y los datos vigentes corresponden al reporte del 7 de junio del presente año.
De acuerdo a lo visto por Proceso Digital, el Congreso Nacional le aprobó en febrero pasado a la Secretaría de Defensa (Sedena) un presupuesto de 10,844.8 millones de lempiras, pero en los registros de Sefin aparece como presupuesto vigente el monto de 11,653.3 millones de lempiras, para un alza de 808.5 millones de lempiras.



Del monto incrementado de 808.5 millones de lempiras, el documento establece que la Fuerza Aérea Hondureña recibirá 630.6 millones de lempiras.
El apartado que recibirá la mayor cantidad de dinero en la FAH es la relacionada con adquisición de equipo militar que aumentó en 499 millones de lempiras, cuando en la aprobación del presupuesto general el Congreso Nacional sólo había asignado 5 millones de lempiras. En total la partida cuenta ahora con 504 millones de lempiras.
La FAH es comandada por el general Guillermo Augusto Rosales Rubio.

Se desconocen los gastos nuevos de la FAH, aunque lo único programado es que entre septiembre y noviembre del presente año se recibirán los dos nuevos helicópteros H145 adquiridos a la compañía europea Airbus, de las cuales las dos primeras unidades se entregaron en febrero pasado.
También recibieron alzas las partidas relacionadas a calzado, prendas de vestir y confección aumenta 47.6 millones de lempiras, mantenimiento y reparación de equipo con 64.5 millones de lempiras.
Otra unidad de las Fuerzas Armadas que tuvo un alza de 52.5 millones de lempiras fue la Guardia de Honor Presidencial (GHP), la unidad élite militar a cargo de la custodia y seguridad de la presidenta Castro y su familia.
El Congreso Nacional aprobó a la GHP 320 millones de lempiras y ahora en Sefin aparece como presupuesto vigente 372.5 millones de lempiras. El comandante de la GHP es el general César Augusto Rosales Rubio.

Menos dinero para medicinas
Contrario a las rebosantes arcas militares para la compra de equipo, el presupuesto de la Secretaría de Salud se vio reducido en 587 millones de lempiras y ello se vio reflejado en la partida de adquisición de medicinas.
El Congreso Nacional aprobó un presupuesto de 29,270 millones de lempiras, pero en la Sefin aparece como vigente 28,683 millones de lempiras, una reducción de 587 millones de lempiras por lo aprobado por los diputados.
En Salud la partida que vio reducida su cantidad fue justamente la adquisición de medicamentos, ya que tenía asignada 2,284.8 millones de lempiras y en la actualidad aparece como presupuesto vigente 1,729.3 millones de lempiras, para una disminución de 555.5 millones de lempiras.
En lo que va del año, miles de pacientes que acuden a la red hospitalaria pública se quejan de la falta de medicamentos en hospitales y centros de salud estatales, especialmente los llamados especializados, cuyos costos en las farmacias son altos.
Lejos quedaron las consignas y pintas en las calles y edificios de sectores populares aliados a Libre cuando clamaban menos armas y más salud y educación. (PD)