Según esta fuente, Espinal ya recibió el beneplácito del gobierno del presidente Hugo Chávez y en los próximos días estará viajando a tierras venezolanas para asumir sus nuevas funciones diplomáticas.
La embajada de Honduras en Venezuela se encontraba acéfala desde el 2006.
El último embajador en esa nación suramericana fue el actual representante de Honduras ante la Organización de Estados Americanos (OEA) Carlos Sosa Coello.
Después de él el gobierno hondureño no había designado embajador a pesar de las estrechas relaciones que existen entre ambos gobiernos.
Espinal tendrá como misión fortalecer las relaciones bilaterales entre Caracas y Tegucigalpa y especialmente dar seguimiento a los acuerdos de Petrocaribe y la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), suscrita el 25 de agosto pasado entre los gobernantes de ambos países.
Espinal renunció en julio pasado como director de Migración y Extranjería por asuntos de salud, pero particularmente por haber sido objeto de amenazas a muerte y otros actos de intimidación en contra suya y varios miembros de su familia.
El 2 de mayo, el ex director de migración se retiró temporalmente del cargo, para facilitar la investigación de una denuncia de tráfico de ciudadanos cubanos que salpicó a varias instituciones del Estado y que los medios de comunicación locales bautizaron como “El Cubanazo”.
En su carta de renuncia, dijo que desde un inicio fue objeto de presiones, recursos legales, amenazas telefónicas y por Internet, así como de seguimiento y vigilancia ofensiva, asalto violento en viviendas y locales de su familia.