La comisión la integran funcionarios del Instituto Nacional Agrario (INA), de la Fiscalía General y de los ministerios de Seguridad, Trabajo y Agricultura y Ganadería, además de dirigentes campesinos, detalló.
Rodas reiteró que aún no se ha establecido la cantidad definitiva de muertos, pues varias víctimas fallecieron en una casa que fue incendiada y no se ha podido recuperar los cadáveres.
Según portavoces policiales y dirigentes campesinos, la cantidad total de muertos podría ser de 12 a 14, lo que está por confirmarse.
El enfrentamiento, según las fuentes, fue producto de una disputa de tierras entre un grupo de labriegos y la familia del oficial de la Policía Henry Osorto, asignado en el departamento de Lempira (oeste).
Las tierras en litigio son parte de un extenso predio donde en los años 80 del siglo pasado funcionó un centro de entrenamiento para militares salvadoreños que combatían la guerrilla en su país.
El asesor del Consejo Coordinador de Organizaciones Campesinas de Honduras (COCOCH), Rafael Alegría, reafirmó hoy a la prensa que la tragedia comenzó cuando un grupo de hombres armados al servicio de Osorto atacó a miembros del asentamiento campesino.
Según Alegría, los campesinos denunciaron la acción ante la Policía Nacional, que «no hizo nada»; posteriormente repelieron la acción «en defensa propia» y persiguieron a los hombres armados, que se refugiaron en la casa.
Alegría ha reconocido que, al persistir los ataques contra ellos, «los campesinos indignados parece que sí le metieron fuego a la vivienda», lo que también han confirmado fuentes policiales.
La acción de las autoridades en el lugar de los hechos se ha retrasado porque durante varias horas decenas de campesinos armados no permitieron su ingreso.