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Gobierno admite alzas de precios a productos de la canasta básica

Tegucigalpa – El aumento incesante en los precios de los frijoles rojos, tomates, arroz, carne de pollo, maíz, tortilla de maíz, manteca vegetal, pan, espaguetis, salsa, pasta de tomate, frutas y vegetales es tal que el gobierno lo admite y lo publica en su boletín oficial cuando reportó la inflación de mayo del presente año.
 

  • Los combustibles también sufren aumentos semanales, lo que presiona al resto de la cadena productiva
  • El petróleo en los mercados internacionales no para de subir y se vaticina un barril a 200 dólares

La libra de frijoles rojos aumentó de abril a mayo 1.71 lempiras la libra, al pasar de 13.91 a 15.62 lempiras, mientras el arroz sufrió un alza de 1.28 lempiras la libra al costar 11.57 lempiras a 12.85 de abril a mayo.

Aumentos también se registran en la tortilla de maíz, carnes de res y pollo, lácteos , frutas y otros bienes alimenticios.

Y es que justamente el rubro de Alimentos y bebidas no alcohólicas es la responsable hasta por el 40.3 por ciento de la inflación del mes pasado, que oficialmente fue cifrada en 1.8 por ciento.

Los restantes grandes influyentes al Índice de Precios al Consumidor provienen del otro dolor de cabeza de la población, que es el alza semanal a los combustibles y con ello presionan los trancazos a la electricidad y al transporte que aportan el otro 40 por ciento.

En conjunto los tres rubros son responsables del 87.1 por ciento para que mayo registrara un índice inflacionario del 1.8 por ciento, uno de los más altos de los últimos años.

La eterna cadena de aumentos a los precios de los alimentos y de los combustibles, y con ello a las tarifas de electricidad, transporte y otros, llevó al ministro de Industria y Comercio, Fredis Cerrato, a afirmar que para finales de junio o principios de julio la canasta básica llegaría a los 7,000 lempiras, contrastando con los 3,700 lempiras de promedio que representa el salario mínimo que ganan los trabajadores de varias industrias.

Según estadísticas oficiales al menos son cientos de miles de trabajadores que apenas ganan un salario mínimo por jornada laboral de ocho horas, aunque otra cantidad similar reciben dos salarios mínimos.

Con ello queda evidenciado que la gran mayoría de la población laboral del país se encuentra atrapada en los niveles de pobreza extrema por la incapacidad de los mismos de recibir ingresos que al menos cubran la canasta básica de alimentos.

Combustibles

Pero la gran desgracia de la población es que todavía no tiene perspectivas de ver la luz al final del túnel, debido a que el combustible que alimenta la inflación son las alzas a los derivados del petróleo.

El gobierno aplica semanalmente incrementos a los carburantes que se consumen en el país y ello activa inmediatamente el mecanismo de aumento de costos de producción, con lo cual regresan los aumentos de precios en un círculo vicioso que no tiene fin.

Los mercados internacionales del petróleo no dan señales de parar su maquinaría de alzas permanentes y ya el pasado viernes sufrió un aumento de más de 10 dólares en un solo día, con lo cual se espera que al concluir junio el precio del barril sea de 150 dólares.

Los expertos más pesimistas advierten que a finales de año se podría llegar a tener el precio del barril del crudo a 200 dólares.

Ante esta situación de crisis y caos permanente, las centrales sindicales advierten que la única salida es un aumento general de salarios, ya que es la única opción para recuperar la capacidad de compra de los asalariados y por ende de sus familias.

Daniel Durón, secretario general de la Central General de Trabajadores (CGT, social cristiana), advirtió que de mantenerse la actual tendencia de alzas permanentes a los productos alimenticios y no se mueve la base salarial de los trabajadores Honduras puede estar a las puertas de un estallido social.

Por ello Durón viene exigiendo al gobierno y a los empresarios a que se sienten en la mesa de las negociaciones para aprobar un nuevo aumento salarial.

El problema a vencer es que en las pasadas negociaciones de aumento al salario mínimo los trabajadores aceptaron la propuesta empresarial que se revisarían las escalas salariales sólo si la inflación a junio superaba el 12 por ciento. Pero hasta mayo el Banco Central reportó una inflación de 4.8 por ciento.

De manera que algunos sectores de la iniciativa privada resisten hablar sobre alzas salariales argumentando que no se ha cumplido la meta inflacionario.

El presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), Adolfo Facussé, recomendó a la comunidad empresarial que acepte la revisión al salario mínimo.

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