Muchos de los problemas de corrupción y mal manejo que existen en el sector público se dan en las empresas o instituciones descentralizadas o desconcentradas. Gran parte de la causa reside en la debilidad de las juntas directivas. Estas carecen en su composición, autoridad real, y capacidades , de los elementos para poder guiar las instituciones como requiere.
La composición primaria de una junta directiva son funcionarios a nivel ministerial o delegados. Estos tienen múltiples participaciones en junta directivas además de sus obligaciones normales. Por tanto delegan el trabajo a los diferentes viceministros que muchas veces no pueden ni están capacitados para brindarle la atención que el trabajo requiere. Para estos funcionarios dentro del espectro de sus responsabilidades la labor de ser miembros de una junta directiva no es su enfoque principal, y ni siquiera una fuente de remuneración. Resulta que la dedicación que puedan hacer de tiempo o esfuerzo es limitada.
Los gerentes de las instituciones son nombrados de forma política desde la presidencia, al igual que los funcionarios que componen la junta directiva. Carecen de incentivos para ser particularmente acuciosos o detallistas en el manejo de su función supervisora. Cualquier esfuerzo en esa dirección es visto como deslealtad u obstrucción. Los gerentes no esperan de los directivos que impidan o afecten su manejo de las instituciones, y se pierde la sabiduría de un cuerpo colegiado en la definición de estrategia. Una directiva dinámica e independiente hace que la administración rinda cuentas de una forma mas eficiente.
Para dar fuerza a las juntas directivas es necesario disminuir la correlación de miembro funcionarios y comenzar a incluir externos contratados únicamente bajo un criterio técnico (sin ser parte relacionada). Estos deben aportar conocimientos empresariales y tengan la experiencia en manejar empresas. Para buscar y definir la remuneración de estos miembros se debe manejar de forma corporativa e independiente, de ser posible con el concurso de firmas internacionales que le prestarían un servicio similar a empresas transnacionales de gran escala. Los conocimientos que se buscan (ya que se busca una mezcla de capacidades) son de liderar equipos, contables, administrativos, legales, y otros que sean relevantes. Se espera estas personas busquen ir adquiriendo un conocimiento especifico del campo para hacer mejor su función.
Las directivas tienen una dependencia administrativa completa de la administración. Por tanto la información a la que tienen acceso y su capacidad de pensar estratégicamente está limitada de forma severa. Se considera inaceptable que la junta directiva en su totalidad o sus miembros aprendan busquen información o preparen ideas estratégicas para ayudar a definir las acciones futuras de la institución. Al no tener esta capacidad resulta que la gerencia opera absolutamente sola.
La autoridad de la junta directiva debe incluir el nombramiento de la gerencia y definir los puestos principales y contratos del principal equipo de dirección, y supervisar su desempeño no puede cumplir con sus funciones. Adicionalmente, la auditoria externa debe depender de ellas. Con estas capacidades puede desempeñar mejor su función. Es necesario también reforzar la forma en que se busca representación sectorial, en caso de requrirse. Aunque las nominaciones deben poder venir de los entes responsables, es necesario haya responsabilidad y compromiso de carácter individual de los nominados.
La evolución de la complejidad del problema ha sido compartida globalmente. Los países bálticos Estonia, Letonia y Lituania heredaron un sector público fuerte debido a su desarrollo dentro de la órbita de la unión soviética. Su desarrollo ha permitido acceder a la Unión Europea con más pero conservan actualmente muchos elementos de una economía estatal Por tanto han tenido que desarrollar sistema de gobierno corporativo a un nivel muy profesional, plasmados en la Guia Baltica para el Gobierno de Empresas Estatales. Sus formas de regir estas empresas son un ejemplo relevante para nosotros.
Guia Baltica:
Directrices de la OCDE sobre el manejo de Empresas Estatales