Tegucigalpa – En el octavo día de la novena a la Virgen de Suyapa, la Pastoral Garífuna llegó hasta la Basílica Menor de Suyapa, a rendir honores a la Patrona de Honduras.
-Cánticos ancestrales, color y ritos propios de la etnia fueron parte de la festividad que llevaron los garífunas ante la pequeña imagen para dar gracias y pedir prosperidad para sus comunidades.
Decenas de afrohondureños llegaron a la Basílica con canticos, danzas, música, pan de coco y casabe para realizar una misa a su propio estilo.
“Cada año desde que vivimos en Tegucigalpa, y los otros que vienen de la costa el primer día de febrero, la comunidad Garífuna se viste de gala y venimos con todo nuestro amor, pasión, compromiso y veneración que le tenemos a la Virgen de Suyapa”, manifestó una de los miembro de la comunidad Garífuna.
En esta fiesta traemos casabe, pan de coco, tabletas, danzas y nuestros corazones dispuestos a la Virgen de Suyapa indicó.
“Siempre venimos a darle gracias a la Virgen de Suyapa y traerle promesas, compromisos y la comunidad nos caracterizamos por ser muy solidarios”, dijo.
Señaló que afrohondureños llegaron de las comunidades de La Ceiba, Trujillo, Santa Fe, Sambo Creek y entre otros realizaron el viaje en bus para poder rendirle tributo a la patrona de los hondureños.
El tributo de la etnia dará paso a la tradicional alborada el 02 de febrero en la que se contará la participación de diversos artistas nacionales.
La diminuta imagen de Nuestra Señora de la Concepción de Suyapa fue hallada un sábado del mes de febrero, por Alejandro Colindres, un joven y humilde labrador y por un niño de ocho años llamado Jorge Martínez, quienes regresaban a la aldea de Suyapa, cansados de trabajar todo el día en la cosecha del maíz.
Desde entonces han pasado 278 años de esta advocación y Honduras sigue siendo testigo de un desborde de fe y devoción permanente a la “Madre de Dios”. VC