Tegucigalpa – El presidente de la Asociación de la Industria Funeraria de Honduras, Edwin Lanza, reveló que a nivel nacional se registran dos mil 500 entierros de personas con sospecha de COVID-19.
No obstante, el directivo señaló que la cifra puede ser mayor ya en esa estadística no se contabilizan los sepelios privados y los que realiza o acompaña el Sistema Nacional de Gestión de Riesgo (Sinager).
Es oportuno mencionar que hasta el jueves 16 de julio, Honduras contabiliza un total de 30 mil 867 casos confirmados y 835 decesos reportados por el Laboratorio Nacional de Virología en 128 días de pandemia.
Sin embargo, Lanza argumentó que Sinager cuenta con un atraso en los resultados de pruebas PCR en tiempo real de COVID-19.
“Las cifras no van a cuadrar, Sinager tiene 10 días de atraso en los resultados, solo en el Distrito Central están falleciendo 40 personas a diario por sospecha de COVID”, aseveró.
Alertó que a causa de esta enfermedad se reportan varias bajas en Medicina Forense y eso puede poner en riesgo la salud de los familiares de los pacientes que fallecen ya que los cuerpos no están siendo desinfectados y embalados de la forma correcta.
No obstante, los especialistas en medicina forense, aseguran que las personas que fallecen por coronavirus ya no transmiten la enfermedad.
Refirió que algunos casos se están entregando los cuerpos directamente a los familiares y en algunos casos los propios familiares deben entrar a las cámaras frías de la morgue para colaborar a introducir el cadáver en los féretros.
Estas prácticas solo ponen en riesgo la salud de los familiares que pacientes que pierden la vida por COVID-19, insistió.
