Washington– Funcionarios de los Gobiernos de Estados Unidos y de Cuba celebrarán este miércoles en Washington una reunión para analizar temas de cooperación migratoria como el restablecimiento de los servicios consulares estadounidenses en la isla.
El encuentro se enmarca dentro de un fuerte aumento de llegadas de cubanos a las costas estadounidenses. En lo que va de año fiscal 2023, que comenzó el pasado octubre, la Guardia Costera estadounidense ha arrestado a cerca de 5.000 personas provenientes de la isla.
Los migrantes cubanos, así como los venezolanos, nicaragüenses y haitianos, pueden solicitar el nuevo programa de permisos humanitarios que ha puesto en marcha el Gobierno de Joe Biden, pero aquellos que crucen la frontera irregularmente son expulsados de inmediato.
«El diálogo migratorio bilateral, que se celebra de forma bianual, refleja el compromiso de ambos países para revisar regularmente la implementación de nuestros acuerdos», dijo este martes a EFE un portavoz del Departamento de Estado sobre la reunión de mañana.
La misma fuente subrayó que el encuentro «se limita al tema de la migración» y que sirve para revisar la implementación de los Acuerdos Migratorios entre Washington y La Habana vigentes desde 1984.
El portavoz estadounidense remarcó que asegurar una migración ordenada, humana y regular entre ambos países es «uno de los principales intereses» de Estados Unidos, así como promover la reunificación de familias cubanas y el «respeto a los derechos humanos» en la isla.
Durante los últimos meses, ha habido un tímido acercamiento de la Administración de Biden a la isla, sobre todo en temas migratorios, pero sigue lejos del «deshielo» impulsado durante el mandato del también demócrata Barack Obama (2008-2017).
El Gobierno de Miguel Díaz-Canel ha pedido por ejemplo en reiteradas ocasiones que Washington retire a Cuba de su lista de patrocinadores del terrorismo, puesto que conlleva duras sanciones contra la isla.
Respecto al tema migratorio, la Embajada estadounidense en La Habana reanudó en enero pasado los servicios consulares y la tramitación de visados después de cinco años.
El expresidente de Estados Unidos Donald Trump (2017-2021) los había suspendido tras culpar a Cuba de unos problemas de salud que sufrió el personal de la legación estadounidense en la isla y que fueron bautizados como «síndrome de La Habana».
La inteligencia estadounidense concluyó en marzo pasado que el síndrome de La Habana no fue provocado por un adversario externo, sino que fueron enfermedades convencionales. EFE