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Fuerte operativo para trasladar 668 reclusos desde el centro penal sampedrano

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San Pedro Sula – La cuenta final para poner fin a una triste historia de luto, dolor y sangre, comenzó a sellarse la mañana de este lunes cuando mediante un fuerte operativo por parte de miembros de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), hacen las acciones pertinentes para trasladar a 668 privados de libertad desde la Penitenciaría Nacional de San Pedro Sula (PNSPS), a diversas cárceles del país.

Con este masivo traslado, quedará únicamente por evacuar a los últimos mil 500 otros reclusos, antes de que la cárcel sampedrana localizada en el barrio Las Palmas, en pleno centro de San Pedro Sula, sea demolida para dar paso a la construcción de un parque de recreación tal como lo anunció la semana pasada el presidente Juan Orlando Hernández.

Esos mil 500 privados de libertad restantes serían trasladados a finales de este mes o principios de octubre, según se conoció,

Aparte del nutrido grupo de miembros de la Policía Militar del Orden Público, de la Policía Nacional y otras unidades policiales y castrenses, en las afueras del centro penal sampedrano se observaba una gran cantidad de familiares de internos y mujeres que fueron sacadas desde muy temprano luego de acudir a una visita conyugal.

La cárcel sampedrana ha sido escenario de revueltas, motines, masacres, decomiso de armas y en los últimos meses por decisión del presidente Hernández, ha sido testigo del traslado de una gran cantidad de reclusos, principalmente militantes de maras y pandillas, hacia prisiones de máxima seguridad como el centro penal de Ilama, Santa Bárbara conocido como El Pozo.

Esta prisión construida hace unos 60 años con una capacidad para 800 reos, llegó a tener más de dos mil 200 internos, lo que refleja el hacinamiento que se vivía en ese recinto carcelario hasta que en octubre de 2016 cuando se comenzaron a realizar los traslados.

En esa ocasión fueron los primeros líderes de maras y pandillas que fueron trasladados a El Pozo I, pero en marzo de este año fueron 755 los privados de libertad, 500 de la pandilla 18 y 255 de la Mara Salvatrucha (MS-13), los que fueron llevados a Ilama, Santa Bárbara.

En abril de 2017 fueron otros 378 internos de los módulos 19, 24 y 25, los que fueron trasladados quienes purgan penas por asesinato, violaciones, homicidios y otros delitos como la extorsión.

Posteriormente, en mayo de este año fueron trasladadas 77 mujeres pertenecientes a la pandilla 18 y siete de la Mara Salvatrucha fueron llevadas a la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social de Támara; en agosto se trasladaron 14 reos más; 11 que estaban en la cárcel sampedrana y tres en el batallón de Naco.

Luego se vinieron dando otros trasladados pequeños hasta llegar a este lunes cuando serán evacuados 668 privados de libertad, por lo quedarán mil 500 reos por ser sacados de esa cárcel y cerrar definitivamente la prisión de triste recordatorio.

El 7 de mayo de 2004, un incendio consumió una sección de la cárcel donde se encontraban recluidos miembros de la MS, provocando la muerte de 107 integrantes de esa estructura delincuencial los que quedaron totalmente calcinados y otros 25 resultaron heridos.

En abril de 2008 ocurrió una masacre en la que perdieron la vida nueve privados de libertad; mientras que el 18 de junio de 2009 se fugaron 18 miembros de la pandilla 18 de los cuales 14 resultaron muertos en diferentes hechos tanto en San Manuel, Cortés, Chamelecón; el sector Planeta y Chamelecón, la mayor parte en enfrentamientos con la Policía.

Mientras tanto, en octubre de 2011 ocurrieron dos masacres simultáneas, una en el aeropuerto sampedrano y otra en el cárcel de esta ciudad donde murieron nueve reclusos en una reyerta que comenzó con ataques con arma blanca y terminó con disparos a diestra y siniestra.

En marzo de 2012, una revuelta terminó con la muerte de 13 reclusos, ocasión en la que hasta decapitaron a un líder del grupo conocido como «Los Paisas», donde fue necesaria la intervención del entonces obispo auxiliar de San Pedro Sula, monseñor Rómulo Emiliani.

Entretanto, en agosto de 2013, otra revuelta en el interior del centro penal sampedrano dejó como saldo nueve muertos y tres heridos, lo que forma parte de la sangrienta historia de esa prisión donde también en marzo de 2015 se vivió una mañana de terror cuando los reclusos se negaban a ser trasladados a cárceles de máxima seguridad produciéndose un amotinamiento con disparos y bombas lacrimógenas ya que quemaron colchonetas en la entrada a las bartolinas, lo que terminó con tres muertos y 41 heridos entre ellos seis policías.

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