Tegucigalpa– Una migrante hondureña quien lucha por salvar su vida tras contagiarse dos veces de COVID-19 en España, calificó el padecimiento del coronavirus como “una película de horror en la cual se lucha solo”.
– “Voy a salir de pie de este hospital y regresaré a Honduras y mi testimonio servirá para Dios”, manifestó.
-Hizo un llamado a los hondureños a protegerse para que no se contagien de COVID-19, ya que es real y no una mentira.
–Hasta la fecha se reportan cinco hondureños fallecidos por COVID-19 en España y más de 30 contagiados, según activista de migrantes.España contabiliza 20,453 desde el comienzo de la pandemia y 195,944 los infectados.
Alejandra Urbina, de 35 años, es paciente positiva de COVID-19 en España y conversó con Proceso Digital y Departamento 19 sobre lo difícil que lo está pasando para vencer la enfermedad.
Urbina emigró hace siete meses a España con el objetivo de trabajar y mandar dinero a su madre, quien cuida de sus tres hijos.
En Tegucigalpa, Urbina y su familia residen en la colonia Arnulfo Cantarero López, localizada al norte de la capital hondureña.
Contagios
Relató que desde hace 23 días se encuentra interna en el hospital San Carlos de la ciudad de Madrid en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), y hace un par de días le fue retirado el ventilador artificial el que espera no volver a utilizar.
Agregó que es la segunda vez que se encuentra en el sanatorio, ya que salió hace un mes del centro asistencial y volvió por la misma causa, se volvió a contagiar de COVID-19.
“He sido muy bien atendida, no tengo queja a pesar que soy una persona que está ilegal en este país, tengo siete meses de haber venido”, relató.
Detalló que el primer contagio fue por una señora mayor a la cual ella cuidaba, quien tras asistir a una de sus terapias se contagió de COVID-19, por consiguiente, la contagio a ella, pese a utilizar mascarilla y guantes. “Estuve aislada con ella dos semanas en casa, luego ella se complicó y la trasladaron al hospital, dos días después me trasladaron a mí con una neumonía”, continuó.
Apuntó que la señora a la cual cuida supo sobrepasar la enfermedad y se encuentra en su casa.
Relató que ella se complicó porque tiene otras patologías (prediabetes), y hace siete años le hicieron radiación por un tumor que tenía en el cerebro.
“Eso hizo que el virus se alojara en mí y me causará este daño que me llevó a cuidados intensivos por una semana y fui saliendo poco a poco”, agregó.
“Nuevamente estoy acá con una bomba, entubada gracias a Dios este día me la quitaron, es un virus muy agresivo, porque pega diarrea, dolor de cabeza, convulsiones, pérdida de peso, agotamiento, cansancio, uno no puede ni pararse, la dificultad respiratoria hace que uno no pueda respirar y siente morirse”, manifestó.
Explicó que la entubación le ha provocado daños en sus labios y garganta, es por ello que bota sangre por su boca y le está costando comer.
“Eso es una película de horror en la que uno tiene que luchar solo, es una enfermedad que no se la deseo a nadie”, describió Alejandra con voz entrecortada.
Acotó que su segundo contagio fue producto del acercamiento con una persona asintomática que se le aproximó y ante su debilidad tras 30 días interna en el hospital hizo que volviera a contraer el virus.
Sus hijos y su madre sus grandes tesoros
La hondureña manifestó que extraña a sus hijos, a su mamá y a su abuela, a quienes calificó como sus grandes tesoros.
“Mi hermana no ha tenido vida desde que se dio cuenta que estoy contagiada, está pendiente de mi a pesar que está en San Sebastián, mi pareja también ha estado pendiente, aunque él quisiera estar acá no se puede, le pedí a las enfermeras que me llevaran al balcón para que me viera de lejos”, apuntó.
Expresó que el daño sicológico que produce esa enfermedad es grande. “Solo el pensar que uno no la pueda librar le come el cerebro, el pensar que no iba poder volver a ver a mi mamá, mis hijos, mis tías, mis hermanos y otros familiares, lo hacen caer en una profunda depresión”.
Urbina detalló que alrededor de ocho medicamentos le suministran a diario.
Lo que nunca olvidará
Urbina dijo que nunca olvidará a las dos personas que estuvieron a la par de su camilla, ambas murieron, es una escena triste y desgarradora.
“El miedo me comía al ver una chica de 26 años procedente de Nicaragua que murió a la par mía, quien me pedía ayuda y yo no podía ni moverme para ayudarle, días previos me pidió grabarle un video y que buscará a su hermano por Facebook y se lo enviara si le pasaba algo”, relató.
Agregó que cuando salga del hospital hará lo que le pidió la jovencita, será muy difícil y desgarrador para sus familiares ver ese video.
La otra persona que murió fue una señora quien se complicó en horas de la madrugada, pedía ayuda y no logramos apoyarla, su crisis fue demasiado severa.
“Ambas muertes provocaron que me complicará de mi salud, los médicos corrieron a entubarme, la crisis duro varios días”, comentó.
Llamado a los hondureños
“Las personas que van a leer esta entrevista y ver el video tengan conciencia, este no es un juego, yo solo tengo 35 años y esta enfermedad hizo hasta que se me subieran los límites de la azúcar, la presión cuando no soy hipertensa”, sostuvo.
Agregó que este virus es un “bicho” como le decimos nosotros a lo malo.
Añadió que esta enfermedad no es un juego, la gente piensa que es mentira, que es algo político y no, esto está matando a miles de personas.
Pidió cuidar a los adultos mayores, a las personas que padecen de algún tipo de patologías, a los niños, no hay que descuidarse, porque esta enfermedad no distingue de edades, ni clases sociales
“Cuídense, este no es juego, este virus se aloja en las uñas, traten de usar la mascarilla y guantes, yo no tuve el cuidado de utilizar una bata para cuidarme de este virus, es mejor que lo miren como loco por cuidarse y no contagiarse de esta enfermedad y quedar en una bolsa blanca llena de gas, porque eso es lo que hacen llenarlo de gas para incinerarlos”, relató.
Sostuvo que lo más importante es la familia, “no se desesperen por salir, nosotros acá no tenemos a nadie y estamos luchando solos con este virus, la familia que tenemos acá dentro somos los mismos pacientes que tratamos de darnos fuerzas para sobrevivir, nuestros ángeles son los médicos, enfermeras y personal de aseo que lo motivan a uno, cuando me desentubaron lo primero que me dijeron fue- vamos Honduras tu puedes- y voy a salir de aquí, voy a salir caminando y este testimonio va ser para la honra de Dios porque mi vida se la debo a él y yo ya no seré la misma”.
La fémina aseguró que una vez recuperada regresará a Honduras. ”Volveré a mi tierra, el valor de mi familia no tiene precio, allá aunque sea vendiendo tortillas me ganaré la vida, es difícil estar acá y no poder mandar ni para la comida de mis hijos y mi familia”, lamentó.
“Cuando salga de acá les mandare un video para que puedan verme y dar gracias a Dios conmigo por salir viva y vencer esta enfermedad”, apuntó.