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Fiscal adjunto reitera que desde hace siete años abandonó el bufete Cuéllar

Tegucigalpa – El fiscal adjunto del Ministerio Público, Rigoberto Cuéllar, salió de nuevo al paso de las críticas que lo vinculan con un reconocido bufete de abogados, al tiempo que remarcó que desde hace siete años abandonó sus acciones en ese buró de profesionales del derecho.

– Atribuyó a un conflicto de intereses su señalamiento con el bufete Cuéllar-Gálvez; “tenemos conflictos legales con algunos medios de comunicación y estos van a continuar hasta el final”, dijo.

“En el fondo no está porque no existe -se refiere al bufete Cuéllar-, eso quedó aclarado desde antes que entrara al Ministerio Público, lo hice del conocimiento del fiscal general e igualmente me excusé formalmente de conocer de cualquier caso que pudiesen conocer estos abogados, eso para evitar todo tipo de especulaciones”, explicó.

Agregó que “lo cierto es que llevo muchos años de no trabajar con ese bufete y ellos lo hacen a título personal como abogados en el ejercicio privado como parte del derecho que tienen de llevar alimentos a sus familias”.

Cuéllar apuntó que legalmente el bufete quedó con un nombre; “desde el 2004 que salimos del Ministerio Público la constituimos y hace dos años quedó legalmente disuelta, antes que entrara a mis funciones como fiscal adjunto… tengo como seis o siete años de no laborar ahí”, manifestó.

El funcionario de la Fiscalía hondureña expresó que cuando lo señalan a él de ser parte del referido bufete se debe a “que hay algunos intereses que no son del desconocimiento del pueblo hondureño, tenemos conflictos legales con algunos medios de comunicación y estos van a continuar hasta el final”.

Dijo sentirse extrañado por las declaraciones de la fiscal María Auxiliadora Sierra, quien criticó que el bufete propiedad del fiscal adjunto se dedique a llevar casos en contra de los intereses del Ministerio Público.

El esposo de la fiscal Sierra fue asesinado en noviembre pasado en la aldea El Chimbo, periferia de la capital hondureña; por el crimen se detuvo al joven Kevin Solórzano, a quien lo defiende el bufete Cuéllar, situación que generó duras críticas por parte de la viuda y subalterna del fiscal adjunto.

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