Tegucigalpa – El infectólogo del Hospital Escuela Universitario, Tito Alvarado, advirtió a la población en general que en los próximos meses podría llegar al país la fiebre amarilla.
“Ya lo alertó la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de la Oficina Sanitaria Panamericana (OPS), y dijeron que se debe empezar a hablarle a los médicos y población en general para dar instrucciones sobre esta enfermedad, se debe dar a conocer como se diagnostica y todos los detalles”, recomendó el galeno.
Agregó que “tiene el 50 por ciento de mortalidad en su segunda fase, es como el dengue hemorrágico porque el paciente tiene fiebre, malestar general hasta desangrarse porque destruye el hígado, por eso se llama fiebre amarilla. Es una enfermedad mortal que ocurrió hace 150 años en Honduras y luego desapareció y se hizo endémica en las selvas de África y la amazónica.
La fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda, hemorrágica, transmitida por mosquitos infectados. El término «amarilla» alude a la ictericia que presentan algunos pacientes.
El infectólogo Tito Alvarado remarcó que la enfermada puede llegar a Honduras porque se transmite por el mismo mosquito que provoca el dengue, chikungunya y zika.
“Tenemos que adelantarnos a los hechos porque es una enfermedad que tiene alta tasa de mortalidad. La única manera de prevenir es por medio de vacuna, por eso todas las personas que van a África les piden vacuna, pero es escasa porque todas se ponen allá para evitar el brote”, declaró.
Según la OMS, la mortalidad de los casos graves no tratados puede llegar al 50 % y se calcula que cada año se producen en el mundo 130 mil casos de fiebre amarilla que causan unas 44 mil muertes en países endémicos africanos, donde se produce el 90 % de los casos de fiebre amarilla.
El virus es endémico en las zonas tropicales de África y América Latina, con una población de más de 900 millones de habitantes.
No hay tratamiento curativo para la fiebre amarilla. El tratamiento es sintomático y consiste en paliar los síntomas y mantener el bienestar del paciente.