Decenas de mujeres, vestidas de negro y con pancartas con la foto de la hijastra de Ortega, Zoilamérica Narváez, se apostaron en una calle aledaña a la Casa Presidencial para expresar su rechazo a la visita del gobernante nicaragüense, quien ingresó por otra zona.
En la protesta participaron organizaciones como el Movimiento de Mujeres por la Paz «Visitación Padilla», Centro de Derechos de Mujeres, Centro de Estudios de la Mujer y otras agrupaciones.
La presidenta del «Visitación Padilla», Gladys Lanza, explicó a la prensa que portaban las imágenes de la hijastra de Ortega porque «la foto de Zoilamérica es la que debe prevalecer en este acto, todas nos sentimos Zoilamérica».
Lanza reiteró que «estamos totalmente en contra de que (Ortega) sea testigo» del acto donde el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, firmará la incorporación de este país a la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), en presencia de otros mandatarios.
Otro grupo de feministas ocupó el edificio del Instituto Nacional de la Mujer (INAM), en un sector alejado de la Presidencia, para solidarizarse con su anterior titular, Selma Estrada, quien renunció el viernes también en protesta por la visita de Ortega a Honduras.
Las agrupaciones de mujeres hondureñas se sumaron así al rechazo contra el presidente de Nicaragua que surgió en Paraguay, donde funcionarias del nuevo Gobierno de ese país y organizaciones feministas se opusieron a que asistiera a la investidura del presidente Fernando Lugo, el pasado día 15.
Organizaciones de mujeres nicaragüenses impulsan una campaña internacional contra Ortega a raíz de la denuncia que pesa sobre él desde 1998 por abuso sexual contra su hijastra.
Diputados del Parlamento hondureño y otros sectores también han rechazado la visita de Ortega.
Sin embargo, diputadas del izquierdista partido Unificación Democrática (UD) han cuestionado el por qué hasta ahora surge este movimiento contra Ortega en Honduras si este año vino al país en otras tres ocasiones y no hubo protestas.