Tegucigalpa – La falta de un reglamento que regule el voto en el extranjero y la limitada capacidad consular de Honduras amenazan la transparencia y efectividad de la participación de los hondureños que residen fuera del país, especialmente en Estados Unidos, en las elecciones generales del próximo 30 de noviembre, advirtieron analistas consultados por EFE.
La asesora legal del Centro de Estudios para la Democracia (Cespad), Osiris Payes, dijo que el Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobó únicamente la votación en el exterior en Estados Unidos, donde se prevé la instalación de unas quince juntas receptoras de votos.
Payes expresó su «preocupación» por la falta de reglamento que garantice los procedimientos de trazabilidad, control biométrico y seguimiento del proceso.
La ley manda que el voto en el extranjero debe «seguir las mismas disposiciones de trazabilidad, biometría y seguimiento que se aplican en Honduras. Es decir, el mismo nivel de confianza y credibilidad debe replicarse fuera del país”, subrayó la asesora del Cespad.
Según Payes, se desconoce si el órgano electoral enviará un sistema de biometría para registrar los votos en el extranjero, así como la ruta logística para la transmisión de las actas electorales.
Conflictos postelectorales
La asesora recordó que el CNE anunció hace dos semanas su intención de reglamentar el voto en el extranjero, pero a 42 días de los comicios todavía no lo ha hecho.
«Estas disposiciones son necesarias para garantizar un voto confiable”, insistió Payes, quien advirtió que la falta de un reglamento podría generar conflictos postelectorales.
Alertó que “si no se conoce la trazabilidad ni el procedimiento, los partidos podrían aceptar o rechazar los resultados de forma arbitraria, lo que sería un punto de disputa importante”.
De acuerdo con datos del ente electoral, alrededor de 430,000 hondureños están habilitados para votar fuera del país, lo que representa casi el 6 % del Censo Nacional Electoral.
Payes enfatizó que el reglamento debe ser técnico y minucioso, al replicar las disposiciones aplicadas a las juntas receptoras de votos en el territorio nacional.
La asesora legal del Cespad reiteró que la no aprobación del reglamento del voto en el extranjero no puede ser un tema negociable porque su ausencia «pone en riesgo la participación de miles de hondureños y la legitimidad misma del proceso electoral”.
Altos costos y baja participación
Por su parte, el analista político Luis León coincidió en que, aunque el voto en el exterior es un derecho constitucional, la capacidad institucional de Honduras para garantizarlo es muy limitada, lo que podría hacer que el costo de su implementarlo supere sus beneficios.
León señaló que en los últimos tres procesos electorales no se han superado los 4.500 votos emitidos desde el exterior, pese a que se estima que más de 430.000 hondureños están habilitados para votar en Estados Unidos.
“No es lo mismo estar habilitado que presentarse a votar”, dijo León, y advirtió que la baja cobertura consular y las grandes distancias entre ciudades hacen muy difícil la participación masiva.
El analista también mencionó el alto costo y la complejidad logística de organizar el voto en el extranjero, e instó al Parlamento hondureño a impulsar una nueva Ley Electoral «más robusta», que fortalezca la institucionalidad y amplíe la cobertura operativa del sistema. EFE