La Habana – Ricardo Cabrisas, fallecido este martes a los 88 años, nunca fue un nombre mediático en Cuba. Pero su papel, sobre todo en la renegociación de la deuda estatal, fue clave durante cinco décadas para el Gobierno de su país.
Vice primer ministro, vicepresidente del Consejo de Ministros, ministro, viceministro, embajador, Cabrisas ocupó de forma ininterrumpida desde los años 70 importantes puestos en el Ejecutivo cubano. Estaba considerado como el principal negociador económico del país y un diplomático discreto y efectivo.
Pero, independientemente del cargo que ocupase en cada momento, su foco seguía fijo en la negociación de acuerdos comerciales, la relación con los acreedores de Cuba y el mantenimiento de los singulares lazos económicos de La Habana con Moscú.
Cabrisas apenas apareció en los medios oficiales cubanos, pero acumuló decenas de fotografías estrechando la mano a responsables de otros países, de China a Rusia (y antes la URSS), pasando por Argelia, Turquía, Angola, Japón y los miembros del Club de París, donde La Habana renegoció al menos dos veces su deuda soberana con terceros países, entre ellos España.
Resultados “innegables”
Durante la presidencia de Raúl Castro (2008-2018), el país dio un giro de timón en su política sobre el pago de la deuda exterior, tras años de capitanear la idea de que los países en desarrollo debían ignorar sus compromisos crediticios por considerarlos una forma de neocolonialismo financiero.
El cambio quedó plasmado en los lineamientos económicos que aprobó el Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal) entrada la segunda década del siglo XXl. Y quien encabezó ese esfuerzo, como punta de lanza, fue Cabrisas.
Fue el propio Castro quien le dio una palmada en el hombro a Cabrisas en un discurso ante la Asamblea Nacional de Poder Popular (ANPP, parlamento unicameral) en 2018.
“Son innegables los resultados alcanzados en el paciente y laborioso proceso de reordenamiento de la deuda externa (…) En esta actividad ha tenido una muy destacada participación (…) el compañero Cabrisas, y no solo en esa, la principal, sino en otros tipos de trabajos similares relacionados con deudas”, reconoció el exmandatario.
Pero incluso antes de recibir estos elogios, el fallecido vice primer ministro ya se había ganado la confianza del presidente anterior, Fidel Castro (1959-2006), para rubricar acuerdos económicos con las extintas repúblicas soviéticas y algunos países europeos, sobre todo España.
Ministerios
Nacido el 21 de enero de 1937 en La Habana, cursó estudios de Ciencias Políticas y de Medicina, sin llegar a concluir ninguna de las dos licenciaturas.
En 1961, dos años después del triunfo de la revolución en Cuba (en la que no consta que participase activamente), Cabrisas ingresó en el recién creado Ministerio del Comercio Exterior. En los siguientes años escaló por distintos cargos menores en el extranjero, como la Consejería Comercial en Uruguay y Canadá.
Su primer puesto de importancia –y el último antes de pasar directamente a ser viceministro– fue el de embajador en Japón de 1971 a 1973, país al que unió desde entonces una estrecha relación.
De hecho, Tokio le otorgó en febrero de 2025 la condecoración Gran Cordón de la Orden del Sol Naciente, la segunda mayor distinción para un extranjero, por su “contribución a los lazos de amistad y las relaciones bilaterales entre Japón y Cuba a lo largo de los años”.
Entre 1980 y 2000 Cabrisas encabezó el Ministerio de Comercio Exterior y a continuación pasó a ser ministro sin cartera para encargarse de “tareas relacionadas con la actividad internacional del país, en particular (…) en los organismos de carácter económico y comercial”, según indicó entonces el PCC.
Ocho años más tarde, cuando pasó a ser vicepresidente del Consejo de Ministros, el PCC subrayó que asumiría “la atención, control y coordinación» de las áreas de Comercio Exterior, Inversión Extranjera y Colaboración Económica.
Entre 2016 y 2018 asumió brevemente como ministro de Economía, debido a su “vasta experiencia y preparación” en el “cumplimiento de importantes misiones, entre ellas, la reciente dirección exitosa del proceso de reordenamiento de la deuda externa”.
Luego pasó a ser vice primer ministro y, también de forma temporal, ministro de Comercio Exterior, a pesar de pasar sobradamente los 80 años y empezar a evidenciar un declive físico. EFE
(vc)