Tegucigalpa – Familiares del connotado pintor hondureño Benigno Gómez, informaron que el exponente de las artes plásticas, falleció esta mañana a sus 83 años de edad producto de una enfermedad.
En las pinturas de Benigno Gómez, rondó el ser humano y la naturaleza, en inseparable relación; campesinos, vegetación exuberante, palomas, con más significado personal que simbólico universal, son transformados por la imaginación y recreados por un riquísimo colorido que es, casi, verdadero protagonista.

Egresó en 1957 de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Honduras, donde estudió gracias a una beca de 25 lempiras mensuales. A los 16 años ingresó a la academia que dirigía Arturo López Rodezno, finalizó su formación bajo la dirección de Samuel Salgado, quien lo dejó trabajando en ese centro artístico.
En 1960 se le abrieron las puertas para viajar al extranjero y seguir sus estudios con una beca. En 1966, retornó a Honduras procedente de la Academia de Bellas Artes de Roma, en Italia.

Hay un detalle que es infaltable en sus cuadros y que viene a ser algo así como un lopograma, se trata del cuadro de las palomas. Como su principal preocupación fue presentar figuras humanas en medio de la naturaleza, aquellas aves forman parte de la circunstancia, al principio las puso como una evocación agradecida de las que tallaba cuando fue niño y en cuyas alas voló a Tegucigalpa.

En 1976 obtuvo el Premio Nacional de Arte «Pablo Zelaya Sierra». Ese mismo año, su obra “Las palomas” fue seleccionada por la ONU para una serie de sellos filatélicos publicados en 1977.