Según los geólogos José María Gutiérrez y Eliseo Silva, enviados por la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), a la región; la falla de Jocotán, está a unos 20 kilómetros del epicentro de los sismos reportados, contrario al alineamiento de la conocida falla del Motagua que se encuentra distante a unos 50 kilómetros del epicentro.
Además de esto, el informe preliminar de los expertos indica que “estudios efectuados por geólogos norteamericanos han caracterizado el área e identificado estructuras tectónicas activas menores que consideramos el origen de los movimientos tectónicos del área”.
Con respecto a la red hidrográfica de la zona, Gutiérrez y Silva señalan que “es muy importante citar que los principales ríos como: Río Blanco, Jocomico y El Playón presentan alineamientos, escarpes y cárcavas profundas, indicativas de fallas, por donde desembocan varias quebradas que contribuyen a la inestabilidad de la zona”.
Entre las medidas inmediatas tomadas por Copeco, ante la actividad sísmica de la zona, esta la colocación durante la presente semana de un sismógrafo portátil en el municipio de Fraternidad, Ocotepeque con el propósito de conocer las áreas de mayor vulnerabilidad y riesgo en base a la frecuencia con la que los temblores ocurren; es importante aclarar que un sismógrafo no puede determinar o predecir cuándo y con qué magnitud ocurrirá un movimiento telúrico.
En cuanto a las labores de prevención, la oficina regional de Copeco para el Occidente del país, con sede en Santa Rosa de Copán, se apresta a comenzar un ciclo de capacitaciones en las que se involucrará a los diferentes Comités de Emergencia Local y Municipal (CODEM y CODEL), acerca de las medidas que debe tomar la ciudadanía ante la constante actividad sísmica.
El sismógrafo se colocará esta semana en el Municipio de Fraternidad, Ocotepeque.
