Tegucigalpa- Debido al cobro del denominado “impuesto de guerra” este viernes han dejado de operar al menos cinco unidades de la ruta Carrizal-Reparto en la capital, por miedo, mientras que otros conductores laboran a medio vapor.
Los conductores de las cinco unidades que dejaron de operar señalaron que viven en zozobra y con temor.
“Estamos buscando trabajar, debemos confiar en Dios, pero también tenemos miedo que nos quiten la vida y dejar desamparados a nuestros hijos”, lamentó uno de los conductores.
En el lugar permanecen una decena de unidades, las cuales se encuentran orilladas esperando recibir atención por parte de las autoridades.
Constantemente los conductores de buses reciben amenazas de muerte por parte de al menos cinco estructuras criminales que cobran el mal llamado “impuesto de guerra”. IR