México – A través de epístolas escritas a amigos cercanos y familiares, así como fotos y estampillas postales, la próxima exposición «Ecos de tinta y papel. De la intimidad de Frida Kahlo», acercará al público el lado más personal de la artista mexicana, informaron hoy sus responsables.
«El hecho de conocer y leer sus cartas nos da pistas para la investigación del personaje, no es lo que nosotros pensamos sino lo que realmente está plasmado en el papel, y en él podemos encontrar mucha información», explicó a Efe la curadora de la muestra, Cristina Kahlo, sobrina nieta de la artista.
La exposición, que será inaugurada este miércoles en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo de la Ciudad de México, incluye cartas originales escritas por Kahlo (1907-1954) a amigos como Leo Eloesser, quien fue además su médico, o a la actriz mexicana Dolores del Río, con quien mantuvo correspondencia en los años cuarenta.
También cuenta con facsimilares de las misivas redactadas por la pintora a su amante, el fotógrafo húngaro Nickolas Muray, con quien se escribió a lo largo de diez años.
«Se abordan diferentes aspectos de la correspondencia», remarcó la curadora, quien destacó que las epístolas dan detalles como los hoteles donde pernoctaba la artista, pareja del muralista mexicano Diego Rivera, cuando viajaba a Estados Unidos.
«Lo mismo la fecha y los datos son aparentemente intrascendentes, pero nos van haciendo armar la historia, y es la historia narrada por ella misma», consideró Cristina Kahlo, que es además fotógrafa.
La muestra, que estará abierta hasta el 8 de noviembre, permitirá también al conocedor de la vida y obra de Frida profundizar en su persona, e incluso acabar con algunos de los mitos que rodean a esta genial y peculiar artista.
Por ejemplo, durante una de sus estancias en el hospital, en 1950, dictó una carta a su madre, Matilde Calderón, en donde menciona que le han dado el narcótico Demerol porque no resiste la morfina.
«Y durante mucho tiempo se pensó que Frida era adicta a la morfina, pero aquí vemos estas realidades. No estamos inventado la historia, sino que Frida nos la va narrando», aseveró la curadora.
Además, Cristina Kahlo destacó que Frida se «daba el tiempo de escribir», pues muchas de sus epístolas tienen varias cuartillas, y que con varias de sus amistades, como Loesser, revelaba por carta «aspectos médicos, personales y políticos», lo que se asemeja a conocer la vida de la pintora de «su viva voz».
Los documentos y objetos de esta exposición estarán ilustrados por aproximadamente 50 imágenes de la época en la que fueron escritas las misivas, de la autoría de fotógrafos como Edward Weston, Imogen Cunningham, Julien Levy, Carl van Vechten, Antonio Kahlo o Nickolas Muray.
Además, en «Ecos de tinta y papel» también se exhibirán tres emisiones de estampillas postales, dos mexicanas y una estadounidense, con la imagen de Frida Kahlo.
Acompañando esta exposición, que busca ser una resonancia entre la palabra escrita y la imagen, se desarrollarán tres mesas de diálogo que buscan enriquecer la muestra desde perspectivas distintas.
El 13 de agosto la compositora Marcela Rodríguez ofrecerá la obra «Las Cartas de Frida», identificada como una «ópera de toilette», en la que las misivas y los diarios personales de la artista son el hilo conductor.
También se presentará el 10 de septiembre la charla «Los textiles de Frida y Diego. Reflexiones y pasiones», que tomará como pretexto las fotografías que conforman la muestra para hablar del acervo textil existente en museos públicos y colecciones privadas.
A la vez, este coloquio reflexionará sobre el gusto por los textiles mexicanos de la pareja Kahlo-Rivera.
Por último, el 21 de octubre se impartirá la conferencia «La historia médica de Frida Kahlo», en la que la doctora Mary Carmen Amigo dará una visión personal del historial médico de la artista, marcado por la polio, un accidente y varias cirugías y embarazos fallidos.
