Tegucigalpa – “Si el Partido Nacional va con una oposición dividida y arregla el problema de la reelección, que está en el aire en este momento, puede volver a ganar”, declaró el todavía secretario del Partido Libertad y Refundación (Libre), Arístides Mejía.
– Libre debe ser un partido más pragmático y abierto, actualizarse con ideas nuevas, y su lucha debe ser más política que ideológica, apuntó.
– Criticó que la izquierda ha retrocedido por el caudillismo que no permite la circulación de nuevas ideas.
Continuó que en el caso de la oposición política “la condición de la victoria es la unidad. Ninguno de los tres partidos de la oposición solo puede ganarle al Partido Nacional”.
Aseveró que la decisión de Mel Zelaya de abandonar el Partido Liberal no fue la mejor. “Por mucho trasiego de líderes que haya de un trasiego a otro, nada hacemos con estarnos pasando de un lado a otro en estos dos partidos”, apostilló el exfuncionario.
Sobre las elecciones internas que celebrará ese instituto político el próximo domingo, mencionó que “el hecho que Patricia Rodas figure en cuatro corrientes es una forma de asegurarse que salga electa como subcoordinadora del partido”.
Criticó las expulsiones que ha hecho Libre de reconocidos dirigentes políticos. “No se crece sacando gente, se crece sumando gente y las expulsiones se dan a veces porque se es muy poco tolerante”, indicó.
Mejía, exsecretario de Defensa en el gobierno de Mel Zelaya, dijo que una organización política con opiniones tan diversas como Libre “no debe encajonarse en una lucha estrictamente ideológica como muchos piensan que debe ser”.
“Yo me mantengo en Libre porque pienso que la mayoría de la gente de este partido sigue manteniendo el pensamiento que le dio vida. Me parece un error que Libre se incline hacia una ideología que además no tiene buen renombre actualmente. Me parece que tenemos que mirar a países adelantados como Chile y Uruguay, donde hay mayor bienestar y progreso económico”, señaló.
Rechazó los señalamientos que ubican a Libre como “un partido de maletín”, en tanto aceptó que “el caudillismo hace que los partidos que se conviertan en organizaciones que giran en torno a intereses de sus líderes que se creen imprescindibles”.