Este lunes, decenas de personas se reunieron a las afueras de la sede de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en San Diego para pedir justicia, ante un caso que consideraron «discriminación racial», ya que agentes de la Patrulla Fronteriza lo siguieron sin ninguna explicación.
Con lágrimas en los ojos, su hija Deysi Merino denunció que esta acción ha destrozado a su familia, dejando a cinco hijos sin su padre. «Esta comunidad lo quiere de regreso, él no es ningún delincuente, no representa ningún peligro».
«Es injusto, es inhumano -recalcó-. Necesitamos que regrese, mis hermanos no logran entender cómo un día mi papá salió a trabajar y no regresó».
Teodulfo fue detenido en San Juan Capistrano, California, y desde entonces ha sido transferido en cinco ocasiones sin poder comunicarse con sus familiares, señalaron activistas.
Deysi definió a su padre como un hombre trabajador, «que nunca les ha fallado» y que laboraba siete días a la semana como maestro de construcción para solventar a su familia. Fue precisamente cuando éste no llegó a tiempo a trabajar que su familia sospechó lo peor.
Señaló que su padre no incurrió en ninguna falta, evidenciando que éste fue detenido «por su apariencia», ya que no había forma de que supieran que era indocumentado.
La joven hispana señaló que con esta movilización buscan denunciar que mientras se debate una reforma de inmigración, la actual administración continúa deportando a miles de personas todos los días.
La presión tanto de la comunidad como de familiares de Teodulfo ha derivado en que la deportación fuera aplazada, comentaron activistas, ya que inicialmente estaba programada para el pasado 9 de julio.
Aunque reconocen que será complicado, se encuentran en la espera de un milagro.
Pedro Ríos, director del Comité de Amigos Americanos de San Diego, señaló que siempre existirá la probabilidad de que lo dejen en libertad. Por ello es que organizaron esta movilización, además de una campaña que consistía en recolectar firmas y realizar llamadas en apoyo al inmigrante.
«Se trata de dar a conocer que cada día, cada minuto hay una deportación en Estados Unidos -destacó el activista-. El caso de Teodulfo es uno de miles, es por ello que extendemos el reclamo por una reforma migratoria humanitaria».
Por su parte, Jesús Méndez Carbajal, del Colectivo de Jóvenes Inmigrantes de San Diego, exigió la libertad de Teodulfo, quien, consideró, se encuentra injustamente detenido, además de un alto a las deportaciones que separan familias.
«Es algo que pasa diario. ¿Por qué se siguen deportando personas que posiblemente podrían beneficiarse de una reforma migratoria?», subrayó.
Activistas denunciaron que todos los días 1.400 personas son expulsadas de Estados Unidos ante la falta de una reforma de inmigración.
