«Confío en que reabra el debate sobre la pena de muerte. El hecho de que un estado decidiera por sí mismo (ejecutarlo) ha sido muy criticado, incluso desde Europa», declaró hoy a Efe la presidenta honoraria de Oxfam Internacional.
Recordó que en los años en que fue Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU (1997-2002) siempre dijo que nadie debía ser sometido a pena de muerte si se le denegaba el acceso consular, como sucedió en el caso del reo mexicano, al que se le aplicó una inyección letal el pasado martes.
Hoy correrá la misma suerte en un penal de Texas el reo hondureño Heriberto Chi, quien tampoco tuvo acceso a personal consular cuando fue detenido.
La Corte Internacional de Justicia de La Haya había pedido a EE.UU. que revisase las condenas a muerte de 51 mexicanos por esa misma razón, pero el gobernador de Texas se negó a atender la petición.
«Debemos seguir empujando para que se mantengan estos estándares básicos. En esta ocasión sentí que hubo una división de opinión en Estados Unidos, incluido el presidente (George W.) Bush», a favor de que se busque «una discusión mayor» sobre el asunto, dijo Robinson.
La ex presidenta de Irlanda confió también en que, tras las presidenciales estadounidenses del 4 de noviembre, ese país se mueva «de nuevo a una posición de apoyo al régimen internacional de derechos humanos», algo que desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 «lamentablemente» no se ha dado.
«De diversas maneras, Estados Unidos ha caído por debajo de sus propios estándares de los tratados internacionales que ha ratificado», agregó.
«Yo animaría a la nueva Administración a que entienda el profundo daño que se ha hecho a la reputación y al rol de Estados Unidos en la esfera internacional, y lo importante que es restablecer el compromiso con el Estado de Derecho, las Convenciones de Ginebra y los tratados contra la tortura, entre otros», agregó.
En este sentido pidió también que la cárcel estadounidense de Guantánamo sea cerrada, y quienes ahí se encuentran, procesados con las garantías y leyes de EE.UU. o liberados.
«Se ha convertido en algo tremendamente negativo pero Estados Unidos no sabe cómo acabar con ello, le gustaría pero ha creado algunas dificultades», añadió.
Finalmente también se refirió al arresto reciente del ex líder político serbobosnio Radovan Karadzic, y sostuvo que su proceso ante el Tribunal Penal Internacional de crímenes de guerra en la antigua Yugoslavia (TPIY) debe llevarse a cabo sin prácticas dilatorias para que haya verdadera justicia.
«Confío en que se aprendieran las lecciones del proceso de (Slobodan) Milosevic, que duró demasiado tiempo porque se defendió a sí mismo. La Corte debe imponer cierta disciplina que haga compatible eso (la autodefensa) con el debido proceso», concluyó.