En su testimonio en la audiencia oral del juicio contra el Estado de Argentina, celebrada en Honduras, Bayarri dijo que policías le mantenían «tirado boca arriba en el piso» y le sometían a «golpiza permanente» y «toques eléctricos».
Bayarri aseguró que estuvo con los «ojos vendados», aunque a la larga pudo identificar a sus torturadores y dónde le tenían detenido, que era «aquel lugar tétrico» conocido como El Olimpo, que, dijo, la Policía Federal argentina usaba también como garaje.
La audiencia se celebró en el XXXIII Período Extraordinario de Sesiones de la Corte Interamericana, que por primera vez se reúne en Honduras, desde ayer y hasta el próximo jueves.
La demanda contra Argentina fue presentada ante la Corte el 16 de julio de 2007 por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ambas del sistema de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El caso se deriva de la supuesta detención ilegal y arbitraria de Bayarri, ocurrida el 18 de noviembre de 1991 en Buenos Aires, así como su aparente tortura por agentes policiales y una prisión preventiva de 13 años.
Bayarri fue detenido junto a otros supuestos miembros de la banda que en 1991 secuestró a Macri, quien fue liberado después de que su familia pagara seis millones de dólares, según versiones de prensa de la época.
En ese entonces, el empresario era vicepresidente de Sociedades Macri, y fue presidente del equipo de fútbol Boca Juniors hasta diciembre pasado, cuando asumió como alcalde de Buenos Aires.
Bayarri aseguró ante los jueces que pudo identificar que los policías que le torturaban «son los mismos que luego me llevaron al Palacio de Tribunales», a quienes después acusó ante la Justicia.
Denunció, asimismo, que constantemente los abogados dejaban su caso «por presiones de la Policía», y uno de ellos, al que identificó como Ignacio Rodríguez, «luego de que le pusieran una bomba en su casa me abandonó».
Durante la audiencia también comparecieron peritos, testigos y las partes acusadora y defensora.
Uno de los peritos, el médico argentino Luis Eduardo Garré, expuso que Bayarri ha sufrido la pérdida del «40 por ciento» de la capacidad auditiva en el oído derecho, que podría ser «producto de la tortura», aunque aclaró que «no me consta» que la haya sufrido.
Bayarri también perdió varias piezas dentales y sufre una lesión crónica y degenerativa en un pie que le dificulta caminar, en ambos casos posiblemente por la falta de atención durante sus 13 años de prisión preventiva, añadió.
Garré explicó que sus conclusiones se fundamentan en exámenes propios e informes médico forenses practicados a Bayarri después de su liberación.
La psiquiatra argentina Susana Estela Quiroga expuso que Bayarri padece «trastornos por estrés postraumático crónico», entre otros daños que su salud mental padeció por la situación que atravesó durante su detención y que afectan mucho su vida social y afectiva.
La Corte Interamericana celebrará mañana la audiencia del caso contra Guatemala por la presunta detención ilegal y desaparición forzada en 1990 de María Tiu Tojín y de su hija Josefa.
El jueves analizará una solicitud de interpretación, presentada por Colombia, sobre la sentencia emitida en 2007 contra el Estado colombiano por el secuestro y muerte del dirigente indígena Germán Escué Zapata en 1988.
La Corte no suele emitir sus fallos de inmediato, sino semanas después de las sesiones y tras notificar a las partes.
