“A mi criterio, el desarme debe ser, mediante una reforma a la Ley de Portación de Armas y sin excepcionalidad, que sean las alcaldías en cabildos abiertos, las que decidan si se prohíbe o no la portación de armas”, arguyó.
Agregó que “ese va a ser un desarme paulatino, pero en consenso con la población y que no sea algo dogmático”.
Explicó que actualmente, en la Ley de Tenencia y Portación de Armas, se establece que la portación de armas no es hábil en lugares públicos y si el alcalde que conoce su municipio decide en cabildo abierto que no debe haber presencia de armas en sitios públicos, mediante un consenso entre la población, se debe hacer.
Sobre la depuración en la Policía Nacional, Urtecho Jamborde, indicó que ese es un proceso constante como ocurre en cualquier institución policial en el mundo y espera que igualmente se esté haciendo en Honduras.
Señaló que los hondureños esperan contar con una Policía limpia, sana, decente y sobre todo eficaz.