Castellanos reconoció que las oportunidades que existen para salvar la empresa son cada día más limitadas. “Por cada día que pasa y no se toman decisiones se cierran más ventanas de oportunidad de Hondutel”, dijo.
Reveló que en 2013, la estatal de las telecomunicaciones cerró con un déficit de 700 millones de lempiras.
Aseguró que hace falta voluntad política para rescatar a Hondutel; “la empresa está en una situación tan precaria, en una crisis de iliquidez profunda, con una cantidad de cuentas por pagar de alrededor de 800 millones de lempiras y tiene el problema de un mercado que se acaba”, detalló Castellanos.
Aseveró que Hondutel no tiene la vocación de servicio para poder competir adecuadamente, al tiempo que recordó que “al presidente Porfirio Lobo se le presentó un plan de rescate para, primero, estabilizar la empresa y sacarla de la crisis en un año y medio más o menos, luego en un lapso similar de tiempo proceder a buscar un socio estratégico para prepararla con el objetivo que compita”.
Castellanos lamentó que no se hizo nada de lo anterior, lo que tiene postrada a la estatal de las telecomunicaciones.
Sin embargo, valoró que en el primer semestre de 2013 se tomaron algunas decisiones que permitieron disminuir las pérdidas de 1 mil a 700 millones de lempiras, es decir 300 millones menos.
Concluyó que para que Hondutel pueda competir mano a mano con los demás operadores de servicios telefónicos en el país, se necesita una inversión de miles de millones de dólares, una cantidad que no dispone el gobierno central, que en los últimos años ha demostrado ser “un pésimo administrador de las empresas públicas”.
Se estima que el Congreso Nacional aprobará 80 millones de lempiras a Hondutel para proyectos de inversión este 2014.
Hondutel tiene un poco más de cuatro mil empleados que consumen 80 millones de lempiras mensuales en salarios.
