Los cuatro grupos hicieron distintos llamados, desde unidad, a favor de soluciones a sus demandas de propiedad y contra el «pacto» entre el presidente Daniel Ortega y el ex mandatario y reo, Arnoldo Alemán (1997-2002), informaron diversas fuentes.
Una de las facciones, que dirige Julio César Blandón, «comandante Kalimán», celebró el acto en el municipio de Juigalpa, departamento de Chontales, centro de Nicaragua, demandando al Ejecutivo cumplir con los acuerdos suscritos en el marco de la desmovilización.
Entre esos acuerdos incumplidos, el «comandante Kalimán» mencionó entrega y legalización de propiedades, asistencia médica y programas de viviendas populares para los desmovilizados, entre otros.
Según Blandón, hasta el momento no se ha cumplido con el 55 por ciento del acuerdo de desmovilización y esperan que el Ejecutivo pueda cumplirles en los próximos 60 días, principalmente en la entrega de tierras.
Agregó que existen 1.855 desmovilizados sin propiedad y cerca de 1.380 lisiados de guerra que no reciben ninguna pensión del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
Otra fracción, la que encabeza el diputado suplente Óscar Sobalvarro, «comandante Rubén», aliado del «Movimiento Vamos con Eduardo», celebró su acto en el municipio de Matagalpa, situada a 100 kilómetros al norte de Managua.
En ese acto, Claudia Bermúdez, hija del fallecido máximo líder de la «Contra», Enrique Bermúdez, alias «380», hizo un llamamiento a la unidad de las fuerzas autodenominadas democráticas para derrotar al gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en las elecciones municipales a celebrarse el próximo 9 de noviembre.
La hija de «380» también pidió a los legisladores opositores no continuar entregando más poder a Ortega.
Recordó que los ex miembros de la «Contra» lucharon con las armas durante los años 80 para que en Nicaragua no se instaurara una dictadura, lo que a su juicio Ortega pretende instaurar en su nuevo mandato.
Las otras dos facciones la presiden Samuel Kontorovsky, aliado del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y la diputada Élida Galeano, «comandante Chaparra», aliada del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Ambas facciones celebraron actos en Managua en las que exigieron al Ejecutivo cumplir acuerdos en temas de propiedad y la creación de un banco de fomento para la producción, principalmente.
Los ex miembros de la «Contra», financiados por Estados Unidos, protagonizaron una guerra civil con los sandinistas en los años 80, a quienes no pudieron derrotar.