Tegucigalpa – Un multifacético talentoso en todas las áreas de la música, desde el violín hasta la viola, desde la música folclórica hasta el rock, ese es Everaldo Martínez, un hondureño que desde inicios del presente siglo se ha profesionalizado en Estados Unidos.
Nacido el 28 de octubre de 1972 en la ciudad de Tegucigalpa, Martínez desde pequeño encontró su vocación por la música gracias al deseo de su padre y la recomendación de un amigo de la familia.
Se desarrolló en el barrio Sipile de la ciudad de Comayagüela, aunque residió en varias colonias, sin salirse del área de la ciudad gemela de Tegucigalpa.
“Vengo de un barrio pobre, violento y agresivo, con mucha falta de cosas, por la gracia de Dios me sacó de ese lugar para estar donde estoy”, contó en conversación con Proceso Digital.
Debido a las condiciones económicas de su familia, en la educación primaria estudió en seis escuelas durante seis años, desde la Escuela Simón Bolívar hasta la Álvaro Contreras.
Por un deseo de seguir aprendiendo y de crecer en la música, decidió mudarse hacia Estados Unidos para seguir con sus estudios, la nación norteamericana lo adoptó y ha experimentado la evolución de su aprendizaje.
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Familia
Everaldo Martínez es hijo de Oscar Martínez, conocido por ser el fundador de los populares tacos Flamingo y su madre se dedicaba como costurera.
Contó que está casado con una ciudadana de Moldavia y que tiene una hija de 17 años que se dedica a hacer obras de pintura y está a punto de graduarse de la secundaria.
Reveló que el enfoque de su hija son las lenguas porque sabe hablar el idioma inglés, ruso, un poco de español y está aprendiendo el francés.
Martínez indicó que su esposa creció en la época cuando Moldavia todavía pertenecía a la ahora extinta Unión Soviética.
Inicios
A los 11 años empezó su primer contacto con la música cuando recibió como regalo de Navidad un clarinete por parte de un amigo de su padre. De igual manera, su progenitor le otorgó una guitarra.
Después de finalizar los estudios primarios, Everarldo Martínez se sometió a las audiencias en el Conservatorio Nacional de Música Francisco Díaz Zelaya en 1984.
Sin embargo, recordó que la audición no la pudo pasar y un maestro de sexto grado que tocaba la trompeta en un grupo del Conservatorio Nacional convenció a las autoridades para que lo dejara por seis meses como oyente.
Posteriormente, el futuro músico logró quedarse como estudiante permanente iniciando en las clases de clarinete y trompeta.
No obstante, a mediados de su primer año, las autoridades del Conservatorio Nacional de Música decidieron implementar los instrumentos de cuerda en la escuela.
“Soy de la primera generación en la que el Conservatorio implementó los instrumentos de cuerda, yo decidí tocar el violín. Nos presentaron los instrumentos de cuerda y nos dieron a escoger, el profesor Franklin Salgado de violín tocó algo muy lindo y me impactó, me inspiró a tocar ese instrumento”, manifestó con orgullo Martínez.
Confesó que su primer recital que dio con violín fue una celebración del Día de la Madre en el Conservatorio Nacional de Música
Para 1990, Everardo Martínez logró graduarse en violín.
Influencias y estilo
Definió que la música de Sebastián Bach lo ha influenciado por su sofisticación de su forma de escribir, perfección en la escritura y la inspiración en la búsqueda de la profundidad.
También que su padre lo inspiró en la búsqueda de lo verdadero y la honestidad dentro de uno mismo.
Mis raíces siempre han afectado quien soy en lo artístico, siempre he estado tratando de buscar ese tipo de herramientas para expresarlo, comentó.
Confesó que se ha visto influenciado por la música indígena debido a los estudios que ha realizado de la música folclórica de Honduras, de México, de América del Sur.
Quiero llevarlos con la seriedad posible a nivel académico para presentarlo a otra esfera, mi voz puede que sea influenciada en ese sentido, expresó.
Asimismo, como productor de música se sinceró que los sonidos andinos, jazz, mariachi y rock han dejado huella.
Carrera profesional
Tras graduarse del Conservatorio Nacional de Música, brindó conciertos con sus composiciones originales en la década de los 90, los mayores recitales los hizo en embajadas porque son las que estaban interesados en esa época de su música.
Sin embargo, en uno de sus recitales después del paso del huracán Mitch, una flautista le recomendó que partiera hacia EEUU porque era un lugar donde tenía muchas oportunidades para desarrollarse a un nivel más profesional.
Everaldo Martínez ya había rechazado en tres ocasiones (1990, 1992 y 1994) ofertas de estudiar en EEUU.
Durante 1998 y 1999, se enfocó en estudiar el idioma inglés para partir a Norteamérica en el 2000, sin saber que EEUU lo adoptaría como uno de sus músicos que ha desarrollado.
En el estado de Luisiana sacó la licenciatura en violín con orientaciones en teoría de la música, posteriormente, en la Universidad de Texas Tech obtuvo una maestría en violín y viola, después consiguió el doctorado en violín, dirección de orquesta y composición.
Como músico profesional ha brindado conciertos por todos los países centroamericanos, Venezuela y en la mayoría de los estados de EEUU.
Everardo Martínez ha tocado como solista, músico de cámara, parte de la orquesta, dirección de orquesta, ha sido compositor en «Baton Rouge Symphony Orchestra», la Orquesta de Mississippi, la Orquesta Sinfónica de Acadiana en Lafayette, y el Jefferson Performing Arts Orchestra de Nueva Orleans.
También ha sido concertino por 12 años en la orquesta de Birsmack en Dakota del Norte.
¿Regreso a Honduras?
Actualmente no he podido hacer mucho, lo que sí pude hacer entre mi maestría y doctorado fue hacer un programa de educación que consistía en inspirar a un grupo de maestros y estudiantes a hacer material didáctico, cuerdas, accesorios e instrumentos.
Relató que en esa ocasión logró reunir a las tres escuelas de música e hizo una gira por Honduras por dos semanas, entrenando a los maestros y trabajando con los maestros.
El músico señaló que el país ha estado atravesando una situación difícil en materia de arte indicando que la transición desde la crisis del 2009 ha sido difícil.
“Siempre tenemos a Honduras en el corazón para hacer proyectos, lastimosamente, en el pasado no se ha podido por estas circunstancias”, externó.
Recalcó que uno de sus mayores anhelos y metas por cumplir es realizar proyectos en Honduras.
Se definió como una persona que no le gusta tener relaciones con los gobiernos debido a su experiencia de la corrupción y que esa situación le ha impedido volver al país a realizar proyectos.
“Mi sueño es desarrollar proyectos de un nivel académico más alto que tiene Honduras hasta ahora, sé que se puede hacer en lugares rurales con mucha necesidad”, sostuvo.
El músico expresó que en estos lugares hay mucha necesidad y que espera colaborar con los ciudadanos llevando estudiantes hondureños hacia una universidad de EEUU.
Las circunstancias en el país y en mi vida particular han impedido poder colaborar con la gente de Honduras.
Confesó que parte de su dolor es que Honduras fue conquistado y obligado a hacer trabajo que el conquistador quería, causando que en la subconciencia de Latinoamérica que tenga una mentalidad de tener personajes que buscan robar cuando está en el poder.
Martínez recordó que para vivir de la música y del arte en Honduras, se tiene que realizar mucho esfuerzo y sacrificio teniendo que trabajar en varios lados.
Analizó que la música en Honduras para que crezca se requiere de más orquestas para dar posibilidades para que un músico tenga como vivir del arte.
Próximos proyectos
Manifestó que actualmente es el director de una escuela de música en Dakota del Norte, pero que está publicando libros de método de instrucción musical.
Martínez contó que está tratando de hacer métodos que incorporen música hondureña o folclórica de Latinoamérica.
Anunció que el 25 de febrero tocará como solista de una universidad de Dakota del Norte implementando un arreglo para violín y violonchelo.
Para marzo tiene programado conciertos de música de cámara con su cuarteto de cuerdas, mientras que entre julio y agosto tendrá recitales en Texas y parte del sur de EEUU con su trío de violín, violonchelo y piano.
El músico planea finalizar sus obras pedagógicas y culturales con Honduras, organizar el conservatorio de música. AG