Tegucigalpa – Los estudiantes hondureños celebran su día este domingo 11 de junio con muchos retos académicos, reconocen las propias autoridades del sistema educativo. Alrededor de 2.2 millones de alumnos componen el sistema público, que en los últimos años ha manifestado importantes avances, aunque ahora la misión en consolidarse en otros apartados.
– Otros renglones como el alto consumo de drogas y alcohol, así como la invitación a formar parte de redes criminales y de prostitución, son frentes con los que deben lidiar los estudiantes de los centros educativos.
– No caer en una visión utilitarista y pragmática de pensar que están en un centro educativo solo para obtener un título, recomienda ministra Calderón.
Los 200 días de clases al año, que hace unos años era un sueño inalcanzable, ahora es solo parte de lo normal en el sistema educativo que enfrenta desafíos trascendentales como la mejora continua, ampliación de la cobertura y acceso a la educación superior en las universidades públicas del país.
La historia señala el 11 de junio como Día del Estudiante en Honduras (que se celebra desde 1922), en homenaje al nacimiento del padre José Trinidad Reyes, prócer nacional que fundó la bases de la educación superior en este país centroamericano.
Otrora el Día del Estudiante se celebraba con veladas, conferencias, exposiciones, desfiles escolares y juegos deportivos, entre otras, hoy en día la fecha tiene matices de indiferencia, tanto por los jóvenes como por las autoridades del ramo.
Recuperar sentido de educación para desarrollar Honduras
En comunicación con Proceso Digital, la ministra de Educación, Rutilia Calderón, reconoció que uno de los principales retos que enfrentan los estudiantes es definir o colocar con claridad las razones por las que estudian, porque existe un riesgo alto de caer en una visión utilitarista y pragmática de pensar que están en un centro educativo o que cursan un grado únicamente para obtener un título.
“Lo esencial de cualquier proceso educativo es aprender a hacer, aprender a ser, aprender a pensar, aprender a aprender a lo largo de la vida”, enfatizó.
Asimismo, mencionó que los estudiantes deben recuperar el sentido superior trascendente de la educación porque se hace mucho énfasis en lo que es la educación para el trabajo, que es importante en un país como Honduras, por los altos porcentajes de desempleo.
La educación es un proceso orientado a desplegar las potencialidades que todas las personas tienen, en su sentido más amplio, explicó Calderón.
Reconoció que en Honduras existe cobertura baja en ciclos educativos, lo que deriva en que los que logran acceso a la educación “tienen que aprovechar al máximo esas oportunidades”.
Calderón recomendó a los estudiantes no conformarse con pasar sus niveles educativos, “en vista que en el mundo actual no basta con tener bastantes conocimientos si no somos capaces de utilizar esas herramientas para mejorar la calidad de vida personal y comunitaria”.
El reto de las PAA
En torno a las Pruebas de Aptitud Académica (PAA) que realiza la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), mencionó que en los últimos cuatro años los índices no pasan el 70 por ciento en la admisión.
“De los que se presentan a la Prueba de Aptitud Académica, entre el 65 y 67 por ciento son los que logran aprobarla y eso por supuesto nos plantea un reto grande a nivel de la Secretaría de Educación, pero con mucha satisfacción puedo afirmar en estos pocos meses que tengo a cargo de la secretaría han venido realizándose grandes esfuerzos, inversiones importantes, cooperación solidaria de parte de los japoneses, alemanes, españoles, a través de USAID Estados Unidos y hemos estado también conociendo experiencias de éxito que se están dando sobre todo a nivel de comunidades rurales y urbanas”, explicó.
Exteriorizó que el factor principal para mejorar la calidad, los aprendizajes en las dos aptitudes que evalúa la prueba de la Universidad, es el profesor, lo que pasa en el aula y “en ese sentido hay ya resultados, pero de nuevo aislados, que se quedan en buenas experiencias pilotos, entonces tratamos rápidamente sistematizarlas y trabajarlas para a partir ahí formular estrategias y políticas nacionales”.
“El país no está en cero, hay avances, como ponerles velocidad y ampliar la cobertura de los logros que se tienen”, apuntó.
Deuda de la Secretaría con los estudiantes
La funcionaria aceptó que “la mejora continua” sigue siendo un reto para su gestión administrativa. “Tenemos que avanzar y demostrarlo no solo mediante la medición de estándares, si no también que la misma quede demostrada por las competencias y capacidades que se necesitan en los tiempos actuales para ser mejores ciudadanos y contribuir al desarrollo del país”.
Igualmente, dijo que la calidad educativa debe ser entendida bajo el parámetro de ofrecer herramientas significativas para los niños y jóvenes. “La única forma de contrarrestar los índices de deserción es competir con otras ofertas que los estudiantes reciben como ser: la invitación a consumir drogas y alcohol, para que entren en redes de prostitución, entonces toca al sistema educativo mostrar a los estudiantes que vale la pena tomar la opción por educarse”, apostilló.
La educación garantiza poder ser las personas que cada estudiante aspira, enfatizó Calderón.
Mensaje en el Día del Estudiante
La cabeza de la educación básica en Honduras no desaprovechó la oportunidad para enviar un mensaje a los estudiantes en su día.
“Un gran maestro nuestro -Jorge Haddad- siempre decía que debíamos felicitarnos cuando hayamos alcanzado los logros que nos hemos propuesto, así que por supuesto el Día del Estudiante es un día relevante, pero sobre todo para que nuestros estudiantes tomen conciencia de esa gran oportunidad, de ese privilegio que tienen de asistir a un centro educativo, que aprovechen al máximo esa oportunidad, de manera que con el tiempo esperado podamos felicitarles porque no solo han logrado graduarse de un ciclo o de un nivel educativo, sino porque han aprendido a ser mejores jóvenes, mejores niños y mejores hondureños”, concluyó la ministra de Educación.