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Estremecen las secuelas después del COVID

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Tegucigalpa – Salir airosos de los tratamientos o de los hospitales es una alegría para los pacientes de COVID-19, pero en algunos casos solo es el primer paso de un largo proceso, ya que muchos quedan con secuelas que de no ponerles atención pueden llevarlos hasta la muerte en casos extremos, coincidieron varios especialistas médicos.

Especialistas médicos señalaron a Proceso Digital que los pacientes y familiares deben estar atentos, no descuidar la convalecencia y los primeros deben someterse a rehabilitación y terapias, un proceso necesario para su total recuperación.

Las secuelas que tienen los pacientes postCOVID son daños en los pulmones y otros en el sistema respiratorio, afecciones cardiacas y cerebrales entre otros que son reversibles.

En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS), emitió un comunicado alertando de secuelas que perjudican en el aparato respiratorio, sistema nervioso central, cardiovascular, psicológico y neuro-psiquiátricas.

Defunciones en casa

Defunciones por COVID-19 también se han producido en casa.

“Hemos tenido defunciones en sus casas por depresión, no quieren comer, no quieren hablar con la familia, quedan con insomnio y muchos se han infartado”, aseguró la jefa de neumología del Instituto Nacional Cardiopulmonar “El Tórax”, Suyapa Sosa.

La neumóloga en declaraciones a Proceso Digital señaló que mantiene contacto con las familias de los pacientes post-COVID, y le comentan que muchos de estos últimos desconocen haberse contagiado de esta enfermedad y entran en depresión.

Complementó que muchos de los pacientes que sufren secuelas quedan con el temor de volver a ser hospitalizados y prefieren recibir atenciones en casa.

En ese sentido, sugirió a los familiares que brinden mucho apoyo anímico a los pacientes post-COVID, y estos deben recuperar peso, recibir terapias psicológicas y psiquiatras y una rehabilitación en los pulmones.

“Hay que volverles a enseñar a respirar no solo con los pulmones, sino que sepan utilizar otros músculos que les aporte mayor estabilidad”, comentó.

Reforzó su sugerencia argumentando que los pulmones quedan dañados por recibir altas concentraciones de oxígeno, las terapias para quitarle el miedo y la depresión y comer frutas y carnes blancas para la recuperación del peso corporal.

La profesional de la salud mencionó que entre las secuelas están los problemas pulmonares, cansancio, dolores de cabeza, insomnio, dolores musculares, lentitud en el pensamiento, depresión, limitación en el ejercicio y patología cardiaca.

Sosa reveló que aparecen tres patologías pulmonares: hiperreactividad bronquial, fibrosis y daño en los pulmones.

En ese sentido, recomendó que los pacientes recuperados deben recibir comentarios que lo hagan sentirse valioso y hacer crucigramas o sopa de letras para estimular su capacidad cognitiva.

Derrame cerebral y encefalopatías las más comunes

El neurólogo y científico hondureño Marco Tulio Medina.

El neurólogo y científico hondureño Marco Tulio Medina mencionó que las secuelas más comunes que ha atendido son el derrame cerebral y la encefalitis.

Advirtió que el derrame cerebral o eventos cerebrovasculares pueden causar daños graves como la parálisis o problemas del lenguaje.

Medina complementó que otras secuelas serias son el síndrome de Guillain Barre, lesiones cerebrales, síndrome de fatiga crónica y mielitis; causante de la interrupción de los ensayos de la vacuna desarrollada por la farmacéutica AstraZeneca

“De las complicaciones que he visto en Honduras está la anosmia, que es un síntoma común usualmente reversible, pero hay personas que pueden quedar con problemas con el olfato”, dijo en conversación con este medio de comunicación.

Ante esta situación, el neurólogo recomendó rehabilitación pulmonar, neurológica y terapia psicológica en centros como la Teleton y el Hospital San Felipe.

Señaló que más del 20 por ciento de los pacientes que se recuperan del COVID-19, padecen de secuelas.

Derrames cerebrales en pacientes de 40 años

Por su parte, el neurólogo del Instituto Hondureño del Seguro Social (IHSS), Roberto Padilla, apuntó a un aumento de atenciones de pacientes de 40 a 50 años que contrajeron el virus terminan desarrollando derrames o infartos cerebrales.

Explicó que esta situación comprende a una segunda fase en la que se produce una inflamación en el endotelio (tejido que tapiza los vasos sanguíneos) de pacientes que tuvieron condiciones crónicas, causándole coágulos en el sistema arterial que conlleva a derrames cerebrales.

“He atendido pacientes en el Instituto que han tenido derrames cerebrales, sobre todo en jóvenes, sin un factor muy importante más que pacientes que tuvieron COVID-19”, relató el neurólogo en un Facebook live del Seguro Social.

En ese sentido, acotó que el COVID se convirtió en un factor que produjo un aumento de atenciones de pacientes que desarrollaron infartos cerebrales.

Estableció que existe una tercera fase de la enfermedad que consiste en una etapa de encefalitis, llegando a ser muy grave como el Dengue, Zika, Chikungunya.

“Al inicio se pensaba que el virus no producía una encefalitis, pero a medida que hemos visto la evolución y las autopsias, se encontraron segmentos del virus en cerebros y se logró identificar que el virus puede producir una encefalitis fatal”, expuso el doctor Padilla.

El neurólogo del Seguro Social mencionó que otro de los problemas es la falta de oxígeno en el cerebro causado por los daños recibidos en los pulmones que impide dar suministro. (AG)

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