La información fue proporcionada a Proceso Digital por una fuente oficial que pidió el anonimato y que lamentó que por estas causas Honduras no pueda seguir recibiendo más apoyo del gobierno estadounidense para combatir los altos niveles de inseguridad y criminalidad que persisten en la sociedad hondureña.
La fuente informó que EE UU estaría descontento por los escasos progresos de la policía hondureña en combatir el tráfico de drogas y la desarticulación de poderosas bandas delictivas que se dedican a esta ilícita actividad y que han convertido el territorio hondureño en su principal campo de operaciones.
Entre estas bandas está la del peligroso capo mexicano “El Chapo” Guzmán, quien según el presidente guatemalteco Álvaro Colom,se encontraríaen territorio hondureño.
Hasta ahora las autoridades policiales hondureñas no han brindado informes sobre las medidas adoptadas para capturar al citado narcotraficante y si en efecto se encuentra operando desde este país centroamericano.
Esta fuente señaló que en los últimos años, Honduras dejó de ser un país de tránsito de droga y pasó a convertirse en distribuidor de cocaína, la mayor parte de la cual va con destino a Estados Unidos y otra parte a Europa.
Otra situación que está obstaculizando la ayuda norteamericana a Honduras en materia de seguridad es la corrupción que existe en las altas esferas policiales y la postergada depuración de la policía.
La depuración policial es una medida que se ha venido dilatando a pesar de que es un reclamo de diversos sectores de la sociedad hondureña, entre ellos, el Comisionado Nacional de Los Derechos Humanos (Conadeh).
Por otro lado, en los últimos meses, el gobierno a través de la Secretaría de Seguridad montó los operativos “cinco estrellas” y “cazador”, para frenar los altos niveles de criminalidad, sin embargo, los resultados han sido pobres y no han logrado frenar la espiral de violencia que impera en el país.
Recelo de cuerpos de investigación de EE UU
Esa situación específica no solo ha tenido repercusiones económicas para la Secretaría de Seguridad, sino que también en materia de inteligencia, ya que los órganos federales de seguridad de EE UU temen compartir información confidencial con el organismo por el temor de que esta se filtre a la mafia que opera en el país.
“No queremos decir que esto sea con todos los miembros de la policía, pero mientras no exista una depuración limitaremos el intercambio de información y la futura ayuda que pueda dársele a la policía”, señaló.
La fuente aclaró que existen programas de cooperación que están en ejecución con la Secretaría de Seguridad, pero que hay más ayuda que puede proporcionarse, pero que no se otorga por esas y otras circunstancias que imperan dentro del estamento policial hondureño.
Otro aspecto que el gobierno estadounidense no ha visto con buenos ojos es el supuesto tráfico de armas desde Honduras a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La semana anterior el ejército y la policía de Colombia decomisaron un importante cargamento de armas que fueron enviadas a aquel país desde Honduras, según los informes de inteligencia. Dentro del lote de armas iban fusiles AK-47 y M-16, este último es el arma oficial de las Fuerzas Armadas de Honduras.
Informes de prensa publicados por diario El Heraldo que se edita en la capital hondureña, revelaron la pérdida de municiones, entre ellas 21 granadas M-203 de las instalaciones de la base naval de Puerto Castilla y la base naval de Puerto Cortés y la sustracción y de armas antitanques Low.
Según versión oficial de la Secretaría de Defensa, las armas habrían sido sustraídas por el teniente de navío Selvin Castro Zelaya. El arsenal extraviado podría ser el mismo que recientemente se incautó en la narco-embarcación Capitán Colly, con 17.7 kilos de heroína.
Sin viceministro
Otro aspecto clave que está afectando la cooperación a la policía de Honduras es el hecho que el gobierno de Manuel Zelaya aún no nombra a un viceministro en el ramo de Seguridad, ya que el cargo se encuentra acéfalo desde que el general Jorge Rodas Gamero asumió la titularidad de la Secretaría de Seguridad.
Tras la renuncia del general Álvaro Romero de la titularidad de Seguridad y el posterior nombramiento del viceministro Rodas Gamero en el cargo, la subsecretaría se encuentra sin jefe, y para Estados Unidos está es una debilidad que afecta el buen desenvolvimiento de esa importante institución.
“Es importante que se nombre al viceministro de Seguridad porque eso es importante para el combate del crimen”, indicó la fuente.
Consultado sobre esta situación, el asesor de la Secretaría de Seguridad, Alfredo Landaverde, dijo que no es que Estados Unidos y los países europeos estén cortando la ayuda a Honduras, sino que la están limitando a mejores resultados en el combate al crimen, el narcotráfico y el tráfico de personas.
“La vigilancia de los países (europeos y EE UU) sobre Honduras en este campo es grande, eso no significa que le han quitado la ayuda, al contrario están aumentándola, pero con restricciones muy grandes, buscando resultados”, apuntó hoy Landaverde a periodistas de Radio Cadena Voces.
El asesor manifestó que para Estados Unidos la presencia del “Chapo” Guzmán en territorio de Honduras es una preocupación, y muestra de ello es que librado una alerta en 180 países del mundo y ofrece una recompensa de cinco millones de dólares por su captura vivo o muerto.
Dijo que los altos niveles de inseguridad y criminalidad en el país no solo son responsabilidad de la policía, sino también de las otras instituciones encargadas de combatirlas.
Puso como ejemplo que desde hace muchos años se han venido cometiendo errores como la de liberar peligrosos capos de la droga que han sido presentados a los tribunales de justicia por la policía.
Citó los casos de los capos Pedro García Montes y Archibold Cabezas, quienes fueron liberados por una jueza que no encontró suficientes pruebas para mandarlos a la cárcel a pesar de que se trata de altas figuras del crimen organizado.
“Hay que sentarse después nos vamos a lamentar de que no hemos hecho nada y no es un problema de más policías, es un problema de más actitud en contra del crimen, de no colaborar con ellos por dinero”, aseveró.
Conadeh cuestiona a la policía
La información antes señalada coincidió con declaraciones del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, en las que cuestiona el papel de la policía frente a la ola de inseguridad y criminalidad que viven los hondureños.
El Comisionado advirtió que la ola de violencia que sacude al país estaría siendo manipulada por la propia policía , para mantener a la población bajo el terror y el miedo.
Indicó que le resulta sospechoso que cada vez que las autoridades requieren de algo se incrementa cierto tipo de delitos y “nos hacen vivir en la incertidumbre a todos”.