Análisis de Jacobo Goldstein (JG) y Alberto García Marrder (AGM)
Un Mano a mano periodístico
Especial para “La Tribuna” y “Proceso Digital” de Tegucigalpa. Y “El País” de San Pedro Sula (Honduras)
AGM: Cuba está solo a unas 90 millas de Estados Unidos, pero el distanciamiento entre ambos países ya supera los 60 años.
AGM: El presidente norteamericano, Joe Biden, ha dado luz verde a un “tímido deshielo” de las malas relaciones. Es un pequeño avance, no tanto como el que impulsó el expresidente Barak Obama, hasta con un histórico viaje a La Habana en 2016.
AGM: Lo que si quiere Biden es eliminar, poco a poco, las drásticas y agresivas medidas impuestas por su antecesor en la Casa Blanca, Donald Trump.
AGM: Jacobo: ¿Le podemos llamar deshielo a unas leves medidas para mejorar la migración, vuelos a Cuba y transferencia de dinero a familiares?
JG: En realidad no sé qué puede lograr Joe Biden con sus pasos recientes hacia Cuba, pues han sido pocas las veces que el gobierno de La Habana haya llegado a arreglos con la nación estadounidense. Estados Unidos lleva años diciéndole a Cuba que suelte a tantos ciudadanos cubanos que tiene detenidos por años como prisioneros políticos y no veo algún paso de la nación caribeña que haya sido beneficiosa a la democracia hemisférica.
AGM: ¿Estás de acuerdo en que un verdadero deshielo interesa más a Cuba (que esta económicamente con la soga en el cuello) que a Estados Unidos?
JG: A simple vista todo parece señalar que Cuba sería beneficiada por medidas estadounidenses a cambio de muy poco, pero si servirían a los que quieren ayudar en varias formas a sus familiares que residen en la isla.
AGM: Tan mal está la isla, con una economía centralizada por el estado al estilo soviético, que en las iglesias católicas (las pocas que hay) no tienen hostias por falta de harina. Y muchas panaderías sin pan.
JG: Se ve que la situación económica cubana es bien dura. Ese país necesita petróleo, turismo y muchas cosas más, pues no hay un ambiente propicio para lograr inversiones extranjeras que podrían crear fuentes de trabajo.
AGM: Estas son las discretas medidas adoptadas por el gobierno norteamericano: Ha relajado las restricciones para viajar a Cuba, se dispone a conceder unos 20,000 visados para inmigrantes cada año, va a permitir que Western Unión reanude el envío de remesas y va a reabrir los diálogos bilaterales.
AGM: Y por la parte cubana, ¿Qué concesión? Washington espera y presiona, por una liberación gradual de los presos políticos, estimados entre 700 a mil.
Y La Habana quiere que Washington retire al país de la lista de patrocinadores del terrorismo.
JG: No podemos decir que no han habido negociaciones con Cuba de parte de los presidentes Bill Clinton y de Barack Obama, pero que lograron casi nada de parte del gobierno castrista. Y por lo último falta ver si a Biden le sale algo que valga de la pena.
AGM: El sociólogo cubano Ricardo Puerta le ha hecho una interesante entrevista al economista Jorge Sanguinetty , en el portal “Proceso Digital”, sobre los indicadores que expliquen la gravedad de la situación actual de Cuba: “El recrudecimiento actual de la crisis se observa en el aumento de la pobreza, el número creciente de los que abandonan el país, la visible falta de capacidad y recursos del Gobierno cubano para estabilizar la economía y pagar la enorme deuda externa que tiene”, dice el economista cubano.
Cuba tiene una deuda externa de 18,500 millones de dólares y no puede pagar ni los intereses.
AGM: El gobierno cubano suele alegar que sus problemas económicos son derivados del embargo de Estados Unidos contra Cuba, que aún continua. Jacobo, ¿es un argumento válido?
JG: Al principio si le hizo mucho daño al gobierno y pueblo cubano el bloqueo americano pero La Habana terminó logrando apoyo de parte de arreglos con Rusia, Canadá y muchos otros países que no bloqueaban a Cuba. A eso agreguemos la gran ayuda petrolera y financiera que le puso en bandeja Hugo Chávez, cuando él era el dueño y señor de Venezuela y con enorme influencia en varios gobiernos sudamericanos, entre ellos los de Argentina y Brasil.
AGM: ¿A qué se debe este cambio de mejorar las relaciones con La Habana? Mauricio Vicent, corresponsal del diario “El País “de Madrid, escribe que es “precisamente la presión migratoria lo que ha hecho a Biden reformular su política hacia la isla”.
Y recuerda que el año pasado, más de 300,000 cubanos entraron a Texas por la frontera con México, algo que Washington quiere parar.
AGM: Jacobo, ¿hay otras razones? ¿Crees que los senadores cubanos-americanos republicanos (como Ted Cruz y Marco Rubio) se opondrán a este deshielo?
JG: Pienso que no verían con buenos ojos algo que le sea provechoso al castrismo y que no sea positiva para Estados Unidos y a la enorme población cubano-americana que lleva tantos años viviendo en esta nación.
