– La proclamación se aplica por «involucramiento en casos de corrupción pública».
La proclamación se aplica por «involucramiento en casos de corrupción pública».
En lo que respecta al caso de Chimirri, se adoptó «después de una larga consideración de parte de varias oficinas del gobierno de los Estados Unidos en Washington», añade la declaración.
Chimirri anunció el 9 de noviembre pasado que renunciaba al cargo de gerente interino de Hondutel, luego de un allanamiento a su mansión, en las cercanías de Tegucigalpa, motivado por una denuncia de espionaje telefónico hecha ante el Ministerio Público por el presidente hondureño, Manuel Zelaya.
El presidente, amigo personal de Chimirri, no le aceptó la renuncia, sino que le concedió un permiso provisional para que atendiera los requerimientos de la justicia.
Sin embargo, Chimirri anunció ayer que renunciaba al cargo de subgerente, cargo oficial con el que fue nombrado en 2006 en Hondutel, al parecer para dedicarse a la política como precandidato a la alcaldía de Tegucigalpa por una corriente del gobernante Partido Liberal.
El 9 de noviembre pasado, cuando Chimirri se encontraba en la ciudad caribeña de
A finales de octubre Zelaya denunció el espionaje telefónico del que estaban siendo objeto altos funcionarios del Gobierno, incluido él, a través de la grabación de conversaciones telefónicas, de las que alrededor de una docena fueron puestas en internet.
En algunas de esas llamadas, que también reprodujeron medios locales de prensa, varios funcionarios del gobierno de Manuel Zelaya hablaban en contra del titular del Parlamento hondureño, Roberto Micheletti, quien aspira a ser candidato presidencial del Partido Liberal en los comicios generales de 2009.
La Fiscalía denunció a Chimirri por «abuso de autoridad», en un caso que se sigue ventilando en los tribunales de Tegucigalpa.
Durante el cargo que ejerció en Hondutel, Chimirri querelló a unos cinco periodistas hondureños que denunciaron presuntos actos de corrupción en la telefónica, pero sus demandas no prosperaron.