Tegucigalpa – El abogado penalista Javier Sandoval criticó la prolongación indefinida del estado de excepción en Honduras, asegurando que lejos de mejorar la seguridad ciudadana, esta medida ha sido utilizada por miembros de la Policía Nacional para delinquir impunemente y atropellar los derechos de la ciudadanía.
– Medio centenar de policías han sido imputados por cometer ilícitos y abusos al tenor del estado de excepción.
–“La situación sigue igual o incluso peor”, advirtió Sandoval.
“El estado de excepción se ha convertido en una autorización práctica para delinquir. Hay más de 50 agentes de policía que han sido denunciados por abusar de esta figura: han robado, han agredido a ciudadanos, han sustraído bienes. Algunos han sido enjuiciados, pero los resultados más notorios son negativos”.
El abogado lamentó que, pese a las prórrogas continuas del estado de excepción, los indicadores de violencia y criminalidad no muestran mejoras. “En lugar de reducirse la extorsión ha aumentado los homicidios, muertes múltiples y muertes de mujeres. Hemos visto cómo la vida de jóvenes promesas, como estudiantes, es arrebatada por la delincuencia. Esto demuestra que la estrategia ha fracasado”, afirmó.
Sandoval también denunció que la forma en que el Poder Ejecutivo ha venido prorrogando el estado de excepción es ilegal: La Constitución establece que el Congreso Nacional debe ratificar estas medidas, además el estado de excepción es precisamente eso excepcional cada 30 días. Ya vamos por más de dos años sin que eso ocurra. Todo lo que se haga fuera de ese plazo, sin ratificación legislativa, es inconstitucional.
Advirtió que esta irregularidad podría abrir la puerta para que ciudadanos procesados durante el estado de excepción anulen sus casos por vicios de legalidad. “Cualquier abogado puede alegar que las detenciones, los allanamientos y los procesos derivados de un estado de excepción no ratificado son nulos de pleno derecho”, explicó.
Finalmente, el abogado hizo un llamado a la sensatez y al respeto de los principios constitucionales. “No se puede seguir engañando a la población con discursos de mano dura mientras se vulneran los derechos fundamentales y se permiten atropellos por parte de la autoridad. Hay que pararse en la tierra y repensar la estrategia de seguridad con base en la legalidad y el respeto a los derechos humanos”, concluyó. LB