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“Esperaban a King Kong y el que llegó fue un indito de La Lima”

“No gané dinero como Messi ni Cristiano Ronaldo, pero soy millonario en amistades gracias al fútbol”. La frase es de José Enrique Cardona. La Coneja de leyenda. El amigo de la inmortalidad.
 

Proceso Digital le hace un homenaje a la Coneja más querida de Honduras. Su vida, la que se desarrolló a mil por hora, como cuando corría detrás de un balón.

Firmaba autógrafos a jovencitos que nunca lo vieron jugar, pero que escucharon de sus padres sobre un pequeño y habilidoso delantero al que apodaban La Coneja, campeón de Copa y de Liga con el Atlético de Madrid y máximo artillero de la segunda división española con el Elche, club que ascendió gracias a sus goles.

Un autógrafo por aquí a un muchachito arropado por una bandera colchonera. Otro a un señor que no le va al Atlético de Madrid, pero que sí admira a la Coneja.

Este miércoles lo sorprendió la muerte en San Pedro Sula. “Yo tenía ocho o nueve año, vivía en La Lima y una tarde, mientras jugábamos libre, empecé a correr y como no me podían atrapar, a alguien se le ocurrió ponerme La Coneja y así me quedé. Creo que quiso decirme La Liebre, ja, ja, ja. Me terminó gustando el apodo y hasta ahora casi todo el mundo me dice así”.

“Tuve una niñez feliz. Lo único es que mi mamá no quería que yo jugara fútbol, porque decía que todos eran bolos, mujeriegos, vagos… Fui un buen alumno, estudiaba bastante, pero era más porque solo así me dejaban entrarle a las potras”, recuerda La Coneja, quien luego agrega que “mis primeras pelotas era hechas de trapo”.

UNA CARRERA A LA CARRERA. Su primer equipo: Puebla de la categoría infantil. Jugó de los 9 a los 13 años. De allí pasó al Atlético Junior. A los dieciséis, lo ficha el mítico Hibueras. Ocurrió en 1956.

“Mi mamá se puso furiosa… Yo ya era medio rebelde sin causa y ella me vio como una causa perdida, aunque mi padre siempre me apoyaba. Al año siguiente fue campeón nacional y máximo goleador. ¡Imagináte!”.

“Pero aparece la suerte -sigue contando-, me llegan al mismo tiempo una beca del Zamorano y una oferta del Lusitano para irme a Portugal”.

“Y me llama don Mario Griffin Cubas, quien fue el que me recomendó y me dice: ´Coneja, aquí hay una oportunidad única de que te vayás a Europa´. Y al mismo tiempo estaba la beca del Zamorano, mi mamá prefería que su hijo estudiara Ingeniería, pero me fui a Portugal. Viajé con el gran Will García, un extraordinario defensa central del Olimpia”.

¿Y EL OTRO? Los dirigentes del Lusitano recibieron a Will García con honores. Apretones de manos y abrazos. De repente alguien se acordó que habían contratado a dos jugadores. “¿Y el otro, qué se hizo?”, preguntaron. “Es que yo estaba sentado en la sala del aeropuerto y nadie había reparado en mí”, dice La Coneja.

Pedro Otto Bumbel, entrenador brasileño que dirigió en Honduras durante algún tiempo y que ahora estaba con el Lusitano, le dijo a García: “Nos han mandado un niño”. García le dijo: ´Es un jugador rapidísimo, ni Furia ni Roy Padilla, ni yo, lo hemos podido parar´”.

“Esa bienvenida me dio coraje y como buen indio que soy me encendió. Creo que ellos esperaban a King Kong y el que llegó fue un indito de La Lima”, se carcajea.

“Y en el primer entrenamiento se dieron cuenta que había algo especial, por mi rapidez y olfato de gol… Y me quedé. Fueron cinco años maravillosos, al punto que el presidente del Valencia quiso comprarme, pero el dueño del Elche le respondió: ´Si vendemos a la Coneja, nos tenemos que ir del pueblo porque nos matan los aficionados del club”.

“Es que habíamos ascendido a Primera. Fue algo que nadie esperaba, ni San Antonio de Padua se lo hubiera imaginado, ja, ja, ja”.

Y ni el mismo San Antonio de Padua se hubiera imaginado que aquel indito de La Lima “patas rajadas”, como él mismo José Enrique Cardona se define, se convertiría en una leyenda del fútbol y que es uno de los inmortales en la historia del Atlético de Madrid de España. Casi nada, ¿verdad?


FECHAS

1956: Viaja al Lusitano de Portugal.

1959: Llega al Elche de España.

1965: Pierde la final de la Copa del Rey contra el Zaragoza.

1966: Con un gol suyo, el Atlético de Madrid gana la Copa del Rey ante el mismo Zaragoza.

1966: Atlético de Madrid gana la Liga de España y corta una racha de cinco títulos ganados consecutivamente por el Real Madrid.

LA LLEGADA

“Fue un viaje en un avión Constellation de cuatro motores. Me fui sin imaginarme que todo lo que iba a encontrar sería diferente: el idioma, la comida, las costumbres, el climas… Cuando llegué a Portugal pensaban que yo era de la Honduras Británica, con Belice, que era una colonia inglesa. Pero logré quedarme, triunfé, me casé con la hija del dueño del Elche y tuve con ella tres hijos que ahora son abogado, ingeniero y doctora.

LO CUENTA SALVADOR NASRALLA

“Durante un partido de la Selección Nacional en el Azteca de México, un tiempito después de que La Coneja anotó el primer gol nocturno en este estadio, Honduras metió un golazo de chilena y los comentaristas a mi lado gritaban ‘Qué golazo de Cardona, el número 9’… Pero en realidad el gol lo había notado Shula Gómez, ja, ja, ja”.

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