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Especialista cuestiona decisiones de la ENEE y alerta sobre el alto costo de contratos con diésel

Tegucigalpa- El especialista en temas energéticos Kevin Rodríguez cuestionó duramente la política de generación eléctrica impulsada por la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), al señalar que la crisis de apagones vivida en 2023 fue resultado directo de decisiones erradas que se arrastran desde 2022. A su juicio, las autoridades desecharon un proceso de licitación transparente y moderno, y optaron por soluciones anticuadas y costosas.

Desde hace más de una década, explicó Rodríguez, se sabe que la demanda eléctrica en Honduras crece anualmente entre un 3% y un 5%, tanto en términos generales como en las horas pico. Esto requiere no solo aumentar la capacidad instalada de generación, sino también contar con un margen de reserva técnica de al menos 15%. Por ello, en 2021 se publicaron Términos de Referencia (TdR) para una licitación de 450 megavatios (MW), la cual debía adjudicarse a mediados de 2022 para evitar racionamientos durante 2022 y 2023.

Según el técnico de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), esta licitación fue diseñada con el apoyo de expertos argentinos y representaba una apuesta moderna: una subasta inversa con participación tanto de fuentes renovables como térmicas, con contratos flexibles que garantizaban mejores precios. «Guatemala, que ha implementado este modelo, tiene hoy la energía más barata de Centroamérica», puntualizó Rodríguez.

Sin embargo, en junio de 2022, la ENEE solicitó a la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica (CREE) que anulara el proceso. “Hasta hoy no se sabe si fue por ignorancia o por simple negligencia. Lo cierto es que las consecuencias fueron catastróficas”, señaló el especialista.

Los resultados no tardaron en llegar: racionamientos severos en 2022 y una crisis energética sin precedentes en 2023, comparable únicamente con la ocurrida en 1994 durante el gobierno de Carlos Roberto Reina. Las pérdidas económicas superaron los 7,000 millones de lempiras, y cientos de negocios colapsaron sin poder recuperarse.

¿La solución? Volver al pasado

Frente a la emergencia, la ENEE recurrió a arrendar plantas generadoras a base de diésel, una tecnología propia de los años 80. “Es como resolver la escasez de agua con pipas en cada colonia. Es una medida cara y temporal. Ningún país serio se basa en el diésel para cubrir su demanda eléctrica principal”, criticó Rodríguez.

El costo lo confirma: mientras el precio de generación con energía solar ronda los $0.11 por kilovatio hora (kWh), el diésel alcanza un promedio de $0.19/kWh, y en algunos casos, hasta $0.23/kWh, sin contar el reciente aumento del precio del petróleo. “¿Qué es más caro, el sol o el diésel?”, ironizó el experto.

La renegociación que no fue solución

Rodríguez también abordó la reciente renegociación de contratos solares. Aseguró que, incluso sin renegociar, los contratos originales ya contemplaban una baja automática de tarifas en 2025, de $0.15 a $0.12/kWh. Con la renegociación, se redujo apenas a $0.11/kWh. “Renegociaron 158 MW de energía solar para ahorrar un centavo… y luego contrataron 355 MW de generación diésel con costos altísimos. ¿Dónde está la lógica?”, se preguntó.

Para el especialista, las decisiones tomadas no solo han sido financieramente insostenibles, sino que además frenaron el desarrollo de una matriz energética más limpia, moderna y resiliente. “Se perdió la oportunidad de transformar el sector eléctrico con visión de futuro. Hoy estamos pagando las consecuencias”, concluyó.LB

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