· El escritor hondureño consideró que “Mel” Zelaya ya no está al servicio de los hondureños, sino de sus propios egoísmos personales
Martínez, quien también fue candidato presidencial demócrata cristiano, no se ahorró criticas al mandatario hondureño por su “obstinada decisión” de mantener clausurado el aeropuerto Toncontín a aeronaves categoría C y D, luego del accidente de un avión de la aerolínea Taca el pasado 30 de mayo.
Señaló que el titular del Ejecutivo aparentemente “ha dejado de estar al servicio nuestro para colocarse bajo el servicio exclusivo de sus propios egoísmos personales”.
“Lo primero es que hay que reconocer que Zelaya es un hombre impredecible, que escucha muy poco a la opinión pública y que ha estado jugando con la ciudadanía de la capital, por eso hay que imaginar dos escenarios, un escenario en que él nombre una nueva comisión para establecer un nuevo mecanismo de dilatar la decisión final”, indicó.
De mantenerse la decisión de no reabrir el aeropuerto, Martínez consideró que es posible que algunos sectores empiecen a perder la paciencia y quieran entrar a la segunda fase de esta confrontación que es la utilización del Congreso Nacional y la calle.
“Tengo la impresión que Zelaya solo escucha a la calle, como tiene un problema auditivo, que cuando uno habla con él no escucha, por eso es que tiene la fama de no hacerle caso a nadie, pero no es que tenga mala voluntad, es que no tiene oído, no escucha; le pasa lo mismo que al general (Tiburcio) Carias y a (Oswaldo) López Arellano, las personalidades con algunas tendencias autoritarias tienen este problema auditivo normalmente”, afirmó.
Pero el escritor fue más allá, al compararlo con los dictadores Fidel Castro de Cuba, Augusto Pinochet de Chile, Tiburcio Carías de Honduras, Anastasio Somoza de Nicaragua y el dominicano Rafael Trujillo, que, a su juicio, fue gente que siempre tuvo problemas auditivos, “que en vez de ver eso como una maldición más bien la celebraron, porque de esta manera no tenían porque hacerle caso a la opinión pública”.
“Nunca los pueblos han perdido frente a los gobernantes, a Carías y a todos estos gobernantes autoritarios que yo le he mencionado están enterraditos, firmes y silenciosos en sus tumbas, carcomidos por los gusanos, desechos como se deshace toda la materia física de la cual estamos constituidos y los pueblos han sobrevivido”, apuntó.
Peligro de caer
Martínez dijo que Zelaya puede seguir jugando hasta los 60 días con los hondureños y especialmente con los capitalinos, pero ese tiempo se le cumple el 30 de julio y a partir del primero de agosto el gobernante puede correr el riesgo que la gente salga a la calle y empiece a derrumbarse como le pasó un 1 de agosto al ex jefe de estado Julio Lozano.
“Porque no solo va salir la gente por lo del aeropuerto Toncontín, va salir la gente por otros motivos, cada quien va querer tirar piedras por su propio rencor acumulado con un gobernante que aparentemente ha dejado de estar al servicio nuestro para colocarse bajo el servicio exclusivo de sus propios egoísmos personales”, apuntó.
Dijo que el mandatario desde hace mucho perdió el apoyo y la aprobación de todos los hondureños, pero si mañana decide reabrir el aeropuerto capitalino es casi seguro que se va llevar las palmas del público y va empezar a reconquistarnos nuevamente.
“Yo creo que vamos a quedar bajo sospecha, pero él va tener la oportunidad de recomponer su relación con nosotros, yo como lo conozco espero que no rectifique mañana, va a seguir jugando, va seguir mortificándonos, porque esta muy disgustado no porque nos opongamos a Toncontín, sino porque no le apoyemos Palmerola”, finalizó.