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Es muy prematuro descartar la reelección de Trump (Análisis)

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Washington, (EEUU) – El presidente norteamericano, Donald Trump, tiene todo en contra para ser reelegido en noviembre: es impopular y las encuestas indican que va perder en las elecciones por, sobre todo, la mala gestión del incontrolable coronavirus.

¿Seguro que ese supuesto es fiable? ¿Y si nos estamos equivocando los periodistas en pronosticar la derrota de Trump?

En las elecciones presidenciales de 2016, la candidata demócrata, Hillary Clinton, era la favorita para ganar según las encuestas. La ex Secretaria de Estado con Barak Obama, ganó el voto popular (48 al 46 por ciento), pero no el del decisivo Colegio Electoral.

Y Trump ganó, sorpresivamente, aun cuando ni el mismo se lo esperaba.

¿Puede el ex empresario neoyorquino ganar otra vez por sorpresa? Una respuesta arriesgada: altamente improbable, pero no imposible.

Estas son mis conjeturas sobre las seis posibilidades de las que depende Trump, para ser reelegido, contra todo pronóstico:

1- LOS SONDEOS: Todas las encuestas dan ganador al virtual candidato presidencial demócrata, Joe Biden, con una ventaja de ocho a 12 puntos y con una ligera ventaja en aquellos estados que Trump ganó masivamente en 2016.

3 FOTO TRUMP Biden banderaEl candidato presidencial democrata y ex vice presidente, Joe Biden, en un acto electoral.(Foto Justin Lane- EPA-EFE-Rex

Pues bien, pienso que las firmas de sondeos no han podido detectar al llamado “a Trump hidden vote”, en referencia a aquél votante que le da vergüenza decir al encuestador, ya sea en persona o por teléfono, que votará por Trump. Y que no quiere que piensen  que es un o una racista.  Pero si lo hará en el voto secreto. Especialmente entre mujeres universitarias.

2- COLEGIO ELECTORAL: El analista político Larry Sabato, citado por el diario ”The Guardian” de Londres, dice que Trump podría perder este año “el doble del voto popular de 2016 y, aún así ganar en el Colegio Electoral”.  Y volvería a la Casa Blanca por otros cuatro años más.

El columnista Jamelle Bouie, en “The New York Times”, advierte que Trump podría hasta perder unos cinco millones de votos, pero ganar por el Colegio Electoral en algunos estados decisivos.

El Colegio Electoral, una reliquia anticuada de la Constitución poco democrática, lo forman 538 electores, elegidos en proporción a la población de cada uno de los 50 estados. Y hay que ganar 270 para ser elegido. En 2016, Trump obtuvo 306 y Clinton 232.

3- LA VACUNA: Trump está metiendo prisa a las empresas farmacéuticas, y muchos millones de dólares, para que tengan lista una vacuna contra el coronavirus antes de las elecciones de noviembre.

Peter Nicolas, en “The Atlantic”, pronostica que Trump podría anunciar esa “sorpresa”, médica y electoral, en octubre.  Y él, que es un maestro de la autopropaganda, quiere ser quien lo anuncie por televisión.

4- LA ECONOMÍA: Trump está deseando que la economía del país se recupere antes de las elecciones, porque esa es su gran baza electoral. El reciente cierre del país por la pandemia ha causado unas cifras alarmantes de paro, casi un 14 por ciento, no vistas desde los años treinta de la Gran Recesión.

Por eso, Trump está presionado a los gobernadores de los 50 estados para que abran sus economías, a pesar que sus asesores inmunológicos le advierten que es muy temprano aún. Pero Trump tiene poco tiempo para ese “milagro”.

5-LA VOTACIÓN: El candidato presidencial republicano sabe de sobra que una alta participación electoral le perjudica. Por eso viene advirtiendo desde hace semanas de un posible fraude en el voto por correo. Una denuncia sin fundamento o pruebas.

Debido al miedo de contagiarse del coronavirus por las largas colas de espera, muchos votantes lo haremos por correo.

Además, se teme un caos en las escasas sedes de votación, por el poco número de funcionarios, como ya sucedió en las recientes elecciones primarias en el estado de Georgia. La consigna republicana es que voten los menos posibles.

Hay otro escenario tenebroso: El recuento de los votos por correo es muy lento y se dan a conocer los resultados días después. ¿Y si esa noche del 3 de noviembre, Trump se adelanta a declarar su “victoria”, basándose en los “exit polls” (sondeo “a pie de urna”, cuando se pregunta por quien se ha votado), de las cadenas de televisión? Pero, dos o tres días después, los resultados del voto por correo indican que es Biden el que realmente gana la elección. Un buen pretexto para que Trump saque a denunciar, una vez más, un supuesto fraude para escamotear su “victoria” y no reconozca su derrota.

6- BIDEN: El ex senador demócrata tiene sus puntos flojos y la campaña de Trump tiene ya una lista de cómo combatirlo. Biden haría bien en no aceptar más de uno (o dos como máximo), debates presidenciales.

Ante las cámaras de televisión, Trump se agiganta y sabe cómo dominar el medio y Biden sería una presa fácil, no por argumentos, sino por presencia teatral.

Trump saldría a lucir, y ya lo está haciendo ahora en la pre-campaña, la edad de su rival: 77 años y el 22 de noviembre, 78. Y lo retaría a hacerse una prueba de capacidad mental cognitiva, que él, a sus 74 años, dice haber aprobado con “nota sobresaliente”.

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