El viernes, el sexagenario solicitó que no se le enviara a la cárcel porque había sido amenazado a muerte al tiempo que pidió protección por su vida.
“A mí me dijeron unos compañeros, si usted llega a ir ahí, lo van a pelar o le van a hacer otra cosa más fuera de orden, que me violen y yo no quiero correr ese riesgo”, argumentó.
Sin embargo, el juez determinó remitirlo a la cárcel, debido a que no le podía dar arresto domiciliario porque podría continuar con los abusos.
De acuerdo a la investigación que originó la captura de Rodríguez, el imputado empezó a sostener relaciones forzadas con su propia hija desde que ella tenía seis años, producto de esa relación con la ofendida, actualmente tiene ocho hijos, cuatro mujeres e igual cantidad de varones.
A la fecha, el detenido también es investigado por la supuesta violación en contra de dos de sus nietas menores de seis y 11 años respectivamente.