Tegucigalpa – La Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA), informó este martes que las maras y pandillas están entrenando menores de edad para que pierdan su sensibilidad y se vuelvan personas crueles al momento de atacar a sus víctimas. Todo porque en el momento de capturarlos las penas son más leves.
– Un total 170 extorsionadores detenidos en 51 días.
Los voceros de esta institución explicaron que en muchos barrios y colonias de las principales ciudades del país, la MS-13 y la pandilla 18 están reclutando a niños para que pasen a formar parte de sus estructuras, que buscan a menores de edad porque las penas que se les aplica luego de ser capturados, son más leves.
Destacaron que en lo que va del presente año, un total de 170 extorsionadores han sido capturados, esto en atención a 207 denuncias presentadas por la ciudadanía afectada ante las autoridades de la Fuerza Nacional Antiextorsión.
Voceros de la FNA informaron que de los detenidos, 90 pertenecen a la pandilla 18 y a la mara MS-13. También se capturó a 41 miembros de bandas independientes que se hacen pasar por miembros de mara.
Un detective explicó que “la mayor cantidad de extorsión es generada por los miembros de maras y pandillas. Es de reconocer que estos grupos criminales transnacionales y que su principal sustento es la obtención del dinero por medio de dos delitos: la extorsión y narcomenudeo”.
Sostuvo que muchas de las muertes que se registran en el país están relacionadas a la pelea de territorio en la venta de drogas, hay barrios y colonias con presencia de maras y pandillas quieren desplazar a la competencia, porque es un mercado criminal que genera ingresos económicos.
Desmanteladas estructuras
Mediante diversas operaciones la FNA junto a otros operadores que integran la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), ha logrado desmantelar varias estructuras criminales que operaban en barrios y colonias a nivel nacional.
“Hemos desarticulado estructuras completas en algunos barrios y colonias donde hay subdivisiones denominadas ‘clicas’ para la pandilla 18 y la ‘sectores’ para la MS-13, dejando libre estos lugares de la presencia de estas agrupaciones”, explico el vocero de la FNA.
El oficial recordó que estas personas detenidas por extorsión, podrían cumplir condenas de 20 a 30 años de cárcel, más el pago de una multa que alcanza el equivalente a varios salarios mínimos, según el artículo 332 del Código Penal.
Golpe económico
Estadísticas de la FNA revelan que en el presente año se ha evitado el pago de un millón 705 mil lempiras, mientras que en el 2017 se evitó que estas estructuras criminales se agenciaran 49 millones 760 mil lempiras.
El oficial aseguró que la incidencia de extorsión se redujo entre un 30 y 40 por ciento, lo que representa un golpe económico para estas estructuras, que también se mantienen acéfalas ante la falta de comunicación con los cabecillas, recluidos en las cárceles de máxima seguridad “Pozo I y II, en Ilama, Santa Bárbara y Morocelí, El Paraíso.
Explicó que esta falta de comunicación entre los miembros de estas organizaciones ha permitido la captura de otros cabecillas, lo que los ha obligado a involucrar a mujeres y menores de ellos, con los cuales en la mayoría de casos tienen algún vínculo familiar o de amistad.
“En el caso de los cabecillas que tienen experiencia, que tienen controladas actividades delictivas como la extorsión y el narcomenudeo al estar incomunicados no pueden generar órdenes y entonces los que están en libertad, quedan acéfalos porque están acostumbrados a recibir órdenes y es ahí cuando hacemos la intervención”, detalló.
Aseguró que con la reclusión de los integrantes de maras y pandillas, la incidencia de extorsión y otros delitos seguirá a la baja ya que ellos eran los que daban las órdenes y ahora no pueden hacerlo.
El oficial de la FNA recomendó a los padres de familia y a los maestros de las escuelas permanecer atentos de la conducta de los menores para evitar que sean víctimas de estas organizaciones criminales que los reclutan para evitar que los líderes sean detenidos al momento de cobrar una extorsión o venta de droga.
“Deben estar pendiente de sus amistades, el lenguaje que usan, cambio de carácter, el corte de cabello, su forma de caminar, entre otras señales que pueden revelar que el menor está siendo influenciado por personas desconocidas”, aconsejó.
