Tegucigalpa- Tegucigalpa – La aprobación de los pliegos de bases y condiciones para la licitación de 1,500 megavatios (MW) por parte de la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica (CREE) ha encendido las alarmas entre sectores de oposición y especialistas en energía, quienes advierten sobre un posible endeudamiento que heredarán los próximos gobiernos.
La licitación, propuesta por la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), se perfila como la más grande en la historia del país y priorizará fuentes renovables, con un componente del 65% de energía limpia y sistemas de almacenamiento. Sin embargo, críticos señalan que esta acción llega con sospechosa prisa, a pocos meses de las elecciones generales de 2025.
“En años anteriores se anularon procesos similares y se dilataron decisiones. Revivieron contratos viejos y ahora quieren hacer la licitación más grande del país en tiempo récord. ¿Por qué ahora?”, cuestionó el especialista Kevin Rodríguez, al tiempo que atribuye la prisa a negociaciones con China.
Desde la oposición también se levantaron voces en contra. Señalan que la falta de transparencia y la celeridad en el proceso podrían comprometer las finanzas del Estado. “Se están comprometiendo recursos futuros sin una discusión amplia ni análisis técnico suficiente”, apuntó un diputado opositor.
Por su parte, el secretario de Energía y gerente interino de la ENEE, Erick Tejada, defendió el proceso al señalar que la licitación es necesaria para cubrir la demanda creciente de energía, que, según él, ha sido desatendida por más de 15 años. “En Honduras tenemos lo que se llama demanda oculta, que crece al 12% anual. Por eso, esta licitación no es para hoy, sino para cubrir el periodo 2027-2035”, explicó.
Tejada también afirmó que se utilizará un modelo internacional de “rondas sucesivas” para bajar el precio del kilovatio hora y atraer inversión de diversos países. “No estamos casados con ninguna nación. Esta licitación se socializó en China, pero también lo haremos en EEUU, Centroamérica y Sudamérica. Lo que buscamos son inversionistas serios”, aseguró.
No obstante, los cuestionamientos persisten. Aquí el problema no es solo a quién se le compre, sino cuánto terminará pagando el país, advierten los críticos.
La licitación estará abierta durante seis meses, y se prevé que las adjudicaciones se realicen antes de finalizar el presente año. Las primeras plantas entrarían en operación a partir de 2027. Se trata de la LPI 1000-010-2021 que será la primera convocatoria para el suministro de largo. La licitación tendrá como objetivo la adjudicación de 1,500 MW, lo que la convierte en la más grande de su historia.LB