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En Maastricht, Holanda, comenzó la UE y yo estaba allí para contarlo

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Miami, (EEUU) – La Unión Europea (UE), a la que ahora pertenecen nada menos que 28 países, se inició en la ciudad de Maastricht, Holanda, el 7 de febrero de 1992.

Yo estaba en esa ciudad holandesa ese día histórico para contarlo como periodista.

Entonces era el director de la delegación de la agencia española de noticias EFE en Londres cuando me pidieron, desde Madrid, que viajara a Maastricht para formar parte del equipo de periodistas que iba a cubrir el inicio de la UE.

El equipo de periodistas que nos juntamos en Maastricht, unos días antes, teníamos el desafío de como informar a nuestros abonados en España y América Latina de una manera clara, sencilla y periodística de unas negociaciones altamente técnicas y complicadas de explicar.

Para eso contábamos, primero, con los periodistas que habían venido de la delegación de EFE en Bruselas, quienes se conocían estos temas al dedillo por haberlos viniendo siguiendo desde varios meses antes.

Brexit4El Tratado de la Unión Europea, conocido también como Tratado de Maastricht constituyó un paso trascendental en el proceso de integración europeo, al sobrepasar por primera vez el objetivo económico inicial y se le daba un carácter político también.

De ahora en adelante se llamaría a esa integración Unión Europea, sustituyendo a la inicial de Comunidades Europeas.

La UE cuenta actualmente con 28 países miembros que totalizan unos 500 millones de habitantes y quieren entrar Albania, Macedonia, Montenegro, Serbia y Turquía.

A Turquía le están dando largas a pesar de sus amenazas de abrir sus fronteras a dos millones de refugiado musulmanes que quieren entrar a Europa, si no se le acepta en la UE.

Brexit2Pero no todos quieren entrar. El Reino Unido votó en un referéndum su salida de la UE, en el llamado “brexit” y solo falta que este año lo comunique oficialmente a Bruselas para que comiencen las difíciles negociaciones.

Los británicos nunca han sido unos europeístas demasiados convencidos, tanto así que no asumieron el euro como moneda única y se quedaron con su libra esterlina.

En 1963, el presidente francés, Charles de Gaulle pronunció su famoso “Non” para vetar la entrada del Reino Unido a la Comunidad Económica Europea y los británicos tuvieron que esperar una década para poder ingresar, una vez muerto de Gaulle.

De Gaulle se levantaría de su tumba si se enterara del “portazo” dado por los euroescépticos británicos.

Y Noruega, la espinita metida en el orgullo de la UE, no forma parte, tal como lo ha ratificado en dos referéndums y es la excepción en Escandinavia.

Los descubrimientos de yacimientos de petróleo en el Mar del Norte, y lo bien que lo han sabido administrar, han hecho de Noruega uno de los países más ricos del mundo, con un PIB por habitante de 70,000 dólares y en el primer puesto mundial en el índice de desarrollo humano.

Brexit3La ciudad de Maastricht está situada en el sureste de Holanda y es la población más antigua de los Países Bajos, desde la época del paleolítico y de un asentamiento romano en los tiempos de esplendor de Roma.

Sus habitantes, no más de 150,000, hablan cuatro idiomas: el holandés, el francés, alemán e inglés. Y un dialecto, el limburgian.

Por ahora, su residente más famoso es el director de orquesta André Rieu, el llamado “rey de los valses”, quien da un concierto anual en la plaza principal de Maastricht y que se difunde por internet en vivo.

Los periodistas que cubrimos eventos importantes como esta cumbre europea tenemos poco tiempo para visitar la ciudad que nos acoge, ya que solemos estar encerrados todo el día en la sala de prensa y regresamos agotados al hotel en la noche.

Cuando terminó al fin la reunión de los líderes europeos y se firmara el Tratado de Maastricht, tres compañeros nos fuimos a comer al histórico Café Pothuiske, próximo a uno de los puentes del rio Meuse y a probar las famosas cervezas holandesas envejecidas en barriles, como si fuera vino.

Empezamos con una robusta La Trappe Quadrupel (envejecida en barricas de roble más de un año) y una tabla de quesos holandeses. Pero hay que tener cuidado con estas cervezas, porque su grado alcohólico es de un 10 por ciento.

En comparación, la cerveza holandesa más exportada, la Heineken, tiene apenas un 5 por ciento.

Al taxista que me llevó luego al aeropuerto, para regresar a Londres, tuve que escribirle en una nota de papel donde quería ir. Si hubiera intentado hablarle, no creo que me hubiera entendido. Esas cervezas son sabrosas, pero muy fuertes.

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