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¿En dónde no estuvieron Los Cachiros?

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Tegucigalpa – Los nuevos aseguramientos hechos por el Ministerio Público, tras la ejecución de la “Operación Apolo”, orientada a golpear uno de los brazos financieros del desmantelado cartel de “Los Cachiros”, en donde se les aseguró más de 50 bienes en cinco departamentos y se capturó a varios de sus presuntos socios y testaferros, obliga a preguntarse: ¿en dónde no estuvo este cartel? y ¿qué rubros de la economía no contaminó?  Los Cachiros siguen siendo un cartel del cual apenas se empieza a develar la ostentosidad de su imperio.

Después de las operaciones de Ramón Matta, padre,Ramón Matta, hijo, ambos presos en cárceles distintas en Estados Unidos, el cartel de Los Cachiros consiguió los propósitos de toda mafia de la droga: penetrar las elites políticas y económicas, así como lograr una especie de “solidaridad” social comunitaria en las zonas donde tuvieron mayor presencia.

“Don Javier, era un tipazo…la verdad es que ellos, los Cachiros eran gente que les gustaba andar de feria en feria y ver mujeres bonitas…Eso sí, si le ponían el ojo a una muchacha esa tenía que ser reina…pero eran tranquilos, en especial don Javier, no así su hermano Devis, él era mecha corta, es decir, de carácter violento”, relató uno de los habitantes de Colón, donde Los Cachiros afincaron su imperio de dos décadas.

Los Cachiros estuvieron radicados en Colón, desde ahí organizaban sus operaciones.

El lugareño, cuyo anonimato se mantiene por seguridad, dado los rebrotes de mini grupos de transportistas de drogas en la zona, tras la escisión de Los Cachiros, dice que tras la entrega de los hermanos Javier y Devis Rivera Maradiaga a las autoridades de Estados Unidos, donde son juzgados por narcotráfico, muchas cosas han cambiado en la zona. Los otrora trabajadores del cartel, han tomado el control de pequeñas zonas y la inseguridad ha ido en aumento.

Pero las huellas de Los Cachiros nadie las ignora. Recientemente murió Isidro Rivera, el padre de los hermanos Rivera Maradiaga. La noticia no alcanzó niveles de notoriedad mediática. Don Isidro, como le llamaban, murió en Miami, donde residía y se presume fue parte de las negociaciones de Los Cachiros con las autoridades estadounidenses para declarar acerca de las operaciones del narcotráfico en este país y sus ramificaciones.

La llegada del “rey”.

padre cachirosIsidro Rivera, patriarca del clan.Un video aficionado, transmitido por un canal local de televisión, muestra el ingreso del cadáver del padre de Los Cachiros  a la ciudad de Tocoa, que antes fuera denominada como “la pequeña Colombia”. El ulular de la sirena de una ambulancia precedía el féretro del padre de ese clan del narcotráfico, seguido de una inmensa cola de automóviles de lujo. Tocoa estaba de luto porque había muerto “un cacique”, el patriarca de un clan que según los registros comenzó en el abigeato, siguió con la marihuana hasta convertirse en uno de los mayores transportistas de droga a nivel regional y transnacional. 

De ahí que la “Operación Apolo” que impulsó el Ministerio Público a cargo del fiscal general, Óscar Chinchilla, siguiera revelando el imperio que construyó ese cartel cuyas ramificaciones se expandieron a departamentos como Francisco Morazán, Valle, Colón, Cortés y Atlántida.

Asimismo, la captura de parientes de los Rivera Maradiaga y otros presuntos testaferros, a quienes les aseguraron 16 casas, 17 sociedades mercantiles, hoteles, haciendas y lujosas viviendas, incluyendo una casa de playa y una empresa hidroeléctrica en Valle.

Un tribunal de sentencia dictó detención judicial con prisión preventiva para todos ellos, tras una audiencia inicial de un poco más de 40 horas en donde la fiscalía presentó las evidencias en su contra.

Algunos parientes y personas cercadas a Los Cachiros que fueron detenidos.

Entre los parientes capturados de Los Cachiros, había uno que había sido regidor de una alcaldía de Colón. Los Cachiros fueron una vasta red de narcotráfico que lograron afianzarse no solo localmente, atendiendo las necesidades primarias de la gente y comprando así lealtades, también financiaron campañas políticas locales y nacionales, según reveló en uno de sus testimonios ante una corte federal de Estados Unidos, Devis Leonel Rivera Maradiaga.

Pero más allá de esas conexiones locales, penetraron también las elites económicas y políticas nacionales. Apoyaron a muchos políticos y empresarios.

decomiso cachirosAlgunas de las propiedades que le aseguraron a los hermanos Rivera Maradiaga.

Los rubros conocidos

De los aseguramientos que les han hecho, cuya fortuna sobrepasa los 500 millones de lempiras hasta ahora, se colige que Los Cachiros no solo licitaron obras de infraestructura y vivienda con el Estado, también incursionaron en el rubro hotelero, de turismo, agrícola, minero, la energía, ganadería, transporte, comercio, y otros que seguramente se irán dando a conocer a medida que salgan nuevos golpes a ese imperio ahora tan disputado en cuanto a la sucesión del poder.

Ramificarse en cinco departamentos del país, es apenas una ventana a ese mundo de ese cartel hondureño que sigue generando fuertes remezones en el país, a medida que avanzan las investigaciones y que se conocen desde Nueva York, sus nuevas implicaciones con elites del poder hondureño.

El torbellino de Los Cachiros aún no concluye, pero su fortuna pareciera inagotable, y han sido los golpes otorgados a este grupo por el Ministerio Público, que permite avizorar de cómo estuvo la fiesta en sus mejores momentos y por qué “don” Isidro Rivera fue recibido con honores al ser repatriados sus restos a Tocoa, la tierra en la cual hizo florecer el mito de una familia que no solo fue bonachona, también fue sanguinaria y planificadora de crímenes de alto impacto, tal como reconoció Devis Leonel Rivera en un testimonio escrito en una corte de Nueva York, que no impidió que en su momento llegaran a altas esferas para ser recibidos como inversionistas como dijeron autoridades en su momento.

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